Los jóvenes malagueños son conscientes del panorama económico social y de los cambios que se están produciendo. Para qué confiar en terceros cuando existe la posibilidad de convertirse en su propio jefe. Los universitarios de la provincia de Málaga no tienen miedo a buscarse la vida creando su propio negocio el día de mañana, cuando acaben la carrera. Casi un tercio de los consultados en una encuesta realizada por Círculo Formación, consultora especializada en formación y estudios de postgrado, asegura que están dispuestos a crear su propia empresa.

Según el estudio, realizado en la última edición de la feria Unitour, los jóvenes más emprendedores son los sevillanos (un 33% marca esta opción de crear su propio negocio), seguidos por los de Málaga (29%), y los de Tenerife, Gran Canaria, Mallorca y Valencia, con un 28% en cada provincia. Los malagueños, sin duda, están a la cabeza, por su dinamismo y carácter.

De hecho, y como ya publicó La Opinión de Málaga el pasado sábado, a pesar de la crisis económica, la bajada del consumo y las galopantes cifras de paro, la economía de Málaga arroja también cifras para la esperanza, como demuestra el repunte en la creación de empresas registrado a lo largo del primer semestre de 2012.

Según los datos de la Seguridad Social, la provincia ha sumado en lo que va de año más de 2.400 empresas cotizantes €es decir, con trabajadores a su cargo€, lo que sitúa el total en 52.389. Estas cifras suponen un alivio para el maltrecho tejido productivo y dan continuidad a la tónica detectada en el año 2011, cuando Málaga, que llegó a caer al entorno de las 46.000-47.000 empresas a finales de 2010, comenzó a recuperar terreno. Sólo el tiempo confirmará si, efectivamente, se ha tocado ya fondo y estamos en los primeros momentos de un cierto efecto rebote.

Los empresarios achacan esta situación al impulso de los más jóvenes y a la situación de paro de muchas personas que, al no encontrar un camino a corto plazo de salida laboral, deciden crear su propio trabajo mediante la creación de un negocio. De hecho, cada vez son más quienes desean percibir su prestación en pago único para darse de alta como autónomos o participar en una cooperativa o en una sociedad laboral.

El estudio revela cómo, como contrapartida, disminuye el porcentaje de jóvenes que piensan opositar. Las medidas que el Gobierno ha tomado en relación a los empleados públicos no han pasado desapercibidas. El número de alumnos de Bachillerato que tienen pensado prepararse a unas oposiciones después de cursar su grado universitario desciende desde el 27% del año pasado al 26% de media en España y en Málaga sólo piensa examinarse un 19% de los encuestados.

Círculo de Formación analiza los resultados por comunidades autónomas. Los murcianos destacan en este sentido muy por encima de la media, ya que un 34% está dispuesto a opositar. Les siguen los ovetenses y leoneses (32% en cada provincia), los vigueses (31%) y los vallisoletanos (30%). Los jóvenes de Málaga serían por tanto, junto a los sevillanos y los madrileños, los que menos interés muestran, en principio, a aspirar a un puesto en la administración pública como funcionarios.

Trabajar donde sea. Y si en España no encuentran ninguna opción que les satisfaga, las fronteras ya no son una barrera tan difícil de superar como otros años a la hora de buscar trabajo. Es más, los malagueños afirman que se irían a trabajar al extranjero en el futuro en el 33% de los casos y desarrollar fuera su actividad profesional (son así los jóvenes más internacionales de España) o donde encuentren un puesto laboral, en el 23%, donde se trasladarían.

En la mayoría de las provincias donde Círculo de Formación ha realizado su encuesta, la mayoría de los jóvenes preferiría trabajar en su propio municipio o comunidad (28%), una cifra que aunque ha descendido sensiblemente con respecto a la edición anterior, cuando era del 34%, sigue siendo sensiblemente superior a lo que responden los malagueños. Sólo el 24% quiere trabajar en Málaga.