A pesar de las reticencias del mercado nacional, el consejero de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez, reiteró ayer su confianza en la Costa del Sol y su capacidad para saldar el verano con números positivos. Los titubeos de las dos primeras semanas de agosto, en los que la industria estrechó su dependencia hacia las reservas de última hora, no mermarán, en su opinión, las expectativas del sector, que logrará, un año más, mantenerse a flote, especialmente por la fortaleza de los turistas extranjeros.

A falta de nuevas cifras, Rodríguez, se mostró «razonablemente optimista» respecto a la evolución turística de las próximas semanas, en las que los mercados internacionales, con británicos y alemanes a la cabeza, lograrán compensar la caída de españoles. Una ecuación que, incidió, tiene mucho mérito en Andalucía, uno de los destinos más subordinados al público nacional, que copa normalmente en torno al 50 por ciento de las estancias.

«Si no fuera por este descenso tendríamos unos resultados espectaculares», señaló. El consejero lamentó la influencia de la crisis económica y de los recortes del Gobierno, que, a su juicio, han afectado seriamente a las perspectivas vacacionales de los españoles. «Las vacaciones no son un privilegio sino un derecho asociado al derecho al trabajo, que es de lo que se está privando a mucha gente», dijo. En este punto aludió al colapso de la economía española y las consecuencias de las políticas de corrección de la Unión Europea, «que han dejado casi seis millones de parados y 1,7 millones de familias con todos sus miembros en situación de desempleo», razonó.

Rodríguez incidió en que las dificultades de este verano no empañan, sin embargo, la percepción de que el turismo sigue siendo la principal herramienta de la comunidad para soportar la crisis. «El sector se mantendrá a flote con el turismo internacional», abundó.

Declaraciones del ministro. Durante su visita a Málaga TV y La Opinión de Málaga, el titular de Turismo no rehusó pronunciarse acerca de las declaraciones del ministro José Manuel Soria, quien el pasado miércoles animó a los españoles a conocer España en lugar de viajar a «lugares recónditos». Rodríguez dijo compartir «el fondo» de la reflexión, pero no la retórica», ya que, argumentó, «se debe poner en valor nuestro destino sin desmerecer los demás». «Entiendo que su labor, como ministro de Turismo, es velar por los intereses del sector en España, pero quizá no se expresó en los términos adecuados», indicó.

El representante de la Junta aseguró que conocer otros destinos y países «siempre es positivo para el que se lo pueda permitir», si bien dejó claro que Andalucía tiene rincones todavía «desconocidos» para muchos andaluces. «Vivimos en una comunidad con una gran diversidad turística y con lugares que pueden sorprender», resaltó.

Para el consejero siempre es una buena noticia que la población opte por disfrutar de sus vacaciones en la región, especialmente en un contexto marcado por la abulia del público nacional. Este verano será el segundo consecutivo en el que la suerte del turismo andaluz se supedite al mercado internacional, que el pasado año resultó, a todas luces, providencial, con tasas de crecimiento de más de diez puntos en las pernoctaciones.