El Aula del Mar cerró ayer una etapa de 23 años, en los que estuvo en las dependencias de la antigua Cofradía de Pescadores, para comenzar una nueva andadura en el edificio número 3 en el Palmeral de las Sorpresas, en el Muelle 2. Con el cambio de instalaciones se busca, además de contar con unas mejores dependencias, abrir el abanico de público y ser un referente para la visita de los turistas que desembarquen en el puerto de Málaga.

Sin embargo, para despedirse del antiguo edificio, los visitantes del Aula del Mar pudieron recrearse durante la jornada de ayer con numerosas actividades al módico precio de 3 euros. «Queríamos hacer un día especial porque es el cierre definitivo para el aula antigua», relata el presidente del Aula del Mar, Juan Jesús Martín, que señala que durante la última jornada los visitantes pudieron disfrutar de numerosos «talleres interactivos».

Además, se regalaron posters y postales del aula así como libros, editados durante todos los años de trabajo por la conservación del medio marino, en los que se habla de la flora y la fauna del Mar de Alborán. Y los visitantes pudieron ver «por última vez» el museo en la antigua cofradía de pescadores de Málaga.

Ahora comienza una nueva etapa, de hecho ayer ya se encontraban operativos la tienda y el punto de información de las nuevas instalaciones del Aula del Mar, de1.400 metros cuadrados, que pasará a llamarse «Museo Aula del Mar Alboranea», según cuenta Juan Jesús Martín, por la relación entre el Mar de Alborán y el museo. El traslado de material ya ha comenzado y desde el propio aula garantizan que las nuevas instalaciones andarán a pleno rendimiento en septiembre, pero no saben cuándo, aunque esperan que sea «para mediados» del próximo mes. Allí, los asistentes encontrará «una combinación de elementos museísticos», como maquetas de animales marinos como los calamares gigantes, mezclados con acuarios, y todo con el apoyo de medios audiovisuales. «Queremos hacerlo todo muy lúdico e interactivo», resaltó Martín. Todo ello con el objetivo de mostrar la flora y la fauna marinas, así como la interacción de Málaga, a través de los siglos, con el Mar de Alborán. Mientras, el Centro de Recuperación de Especies Marinas Amenazadas (Crema), se mantendrá en las antiguas instalaciones mientras se le encuentra otra ubicación.

Con la nueva ubicación vendrán también nuevas responsabilidades. El museo tendrá que pagar un cánon de ocupación de 4.000 euros al mes y el objetivo para cubrir gastos es multiplicar los visitantes e «intentar llegar al público en general», además de a los 20.000 escolares que pasan al año por sus salas. Desde el Aula del Mar están «haciendo campaña» para que los turistas les visiten y piensan que el enclave les ayudará. «Estamos en el mejor sitio de Málaga para poner un museo del Mar de Alborán», reconoce Martín.

Oportunidad para aumentar el público. Las nuevas dependencias se ubicarán en el Muelle 2, donde atracan los cruceros de lujo, unos barcos más pequeños pero con mayor media de gastos. Se trata de una oportunidad para abrir el abanico de visitantes. El precio de la entrada será de 8 euros.

Además, a estos posibles visitantes habrá que añadir a los cruceristas que desembarquen en el Muelle 1, que pasarán por un enclave idóneo para conocer los secretos del Mar de Alborán y su vinculación con Málaga. Ayer, sin ir más lejos, desembarcaron unos 8.000 turistas en el puerto.