Hablar de vacaciones implica pensar en relax, ocio y en desconexión. Queremos dejar atrás las rutinas de nuestra vida cotidiana para abandonarnos al disfrute y al descanso en compañía de familia y amigos. Sin embargo, con la extensión del uso de los teléfonos móviles en nuestro día a día, la desconexión no llega a ser absoluta.

En muchos casos, al llevarlo en el bolsillo, también llevamos parte de las tareas vinculadas a nuestro día a día en el trabajo, y aunque estemos en nuestro periodo de descanso, nuestra bandeja de entrada no deja de recibir correos electrónicos y también nos cae alguna que otra llamada de tema laboral.

Aunque en ocasiones pensemos que la mejor opción es apagarlo y olvidarnos de que existe, eso puede acabar generándonos más tensión que dejarlo encendido. La psicóloga María José Zoilo lo tiene claro. A su juicio «hay que hacer lo que aporte más tranquilidad», aunque recomienda por higiene mental «reducir las veces de consulta» y atender sólo aquello que consideramos «prioritario».

Así, aboga por un uso «racional, calmado y sin presión», porque el teléfono móvil, al igual que el ordenador «no son un bebé al que tienes que atender urgentemente» y «tienen que estar a nuestro servicio, no nosotros al suyo», ya que «se trata de que nosotros seamos los dueños de la tecnología», algo que espera que se vaya consiguiendo «poco a poco».

Según Zoilo, cuando estamos en vacaciones es necesario diferenciar entre «un uso práctico», que tiene beneficios, y la dependencia «que no sirve para nada». «Mientras que se controle no pasa nada, porque la tecnología bien usada es una magnífica herramienta», explica, y añade que «hoy en día se ha vuelto casi imprescindible» y su uso «no es malo». Ahora sí, insiste en que es necesario hacer un uso racional así como buscar el momento «más adecuado» para hacerlo.

Con respecto a la visita a los perfiles de las redes sociales, Zoilo apuesta por «dedicarles un ratito», pero no actuar con ellas «con intensidad». En época estival «pasamos horas sin saber qué hacer» y «si se miran no pasa nada», considera, y asegura que la clave está en que suponga una diversión y no una esclavitud.

«Si implica disfrute es sano, y todo lo sano, por higiene mental es fabuloso», apunta Zoilo, quien también advierte que «si implica dependencia» deja de ser sano y, en este caso, «habría que tratarlo».

Un aliado en los viajes. Aunque estemos de vacaciones y nos vayamos hasta la otra punta del mundo, no nos olvidarnos de llevar encima el teléfono móvil. De hecho, según un reciente estudio, la evolución de los dispositivos móviles podría tener un impacto sobre la industria de los viajes y del turismo similar a la del avión a reacción hace 20 años. Los expertos prevén que en 2015 habrá unos 1.500 millones de desplazamientos en el mundo y el 90 por ciento de sus protagonistas llevará siempre un dispositivo móvil. Además, el 60 por ciento será de última generación.

Para el presidente de la la Sociedad Estatal para la Gestión de la Innovación y las Tecnologías Turísticas (Segittur), Antonio López de Ávila, los móviles «se han convertido en una pieza fundamental» para el turista, ya que «le permiten no sólo organizar un viaje, sino organizar el resto de etapas».

Así, en un primer momento, los turistas utilizan los recursos que ofrece internet para organizar sus vacaciones. Una vez en el destino elegido, las aplicaciones de los «smartphones» nos ayudan a sacar el máximo provecho a nuestro tiempo, guiándonos a través de planos, haciéndonos rutas turísticas e, incluso, recomendándonos los mejores sitios para visitar y los mejores restaurantes donde deleitarnos con la gastronomía típica de la zona. Y no sólo eso, también nos permiten compartir nuestro viaje minuto a minuto con los nuestros a través de la redes sociales.

No nos olvidamos de controlar nuestras cuentas bancarias. Otro de los usos de los dispositivos móviles en auge durante la época estival es el que corresponde al control de las cuentas bancarias. Según el director e Innovación de Bankinter, Nicolás Moyá, las conexiones por teléfono móvil con el banco en verano han crecido exponencialmente. Así, esta herramienta es utilizada para supervisar facturas, recibos, nóminas e, incluso, la evolución de las acciones para así evitar sorpresas desagradables por haberlas descuidado durante mucho tiempo.

De hecho, el diez por ciento del total de las transacciones de Bankinter se realiza por teléfono móvil, según los datos de la entidad referentes al pasado mes de julio, tendencia que va en aumento, ya que el verano pasado representaban el siete por ciento y en 2010 éstas supusieron un cuatro y medio por ciento. Moyá también destaca que los usuarios del móvil son más activos que los que utilizan un ordenador.