Un pequeño fuego volvió ayer a reclamar la atención policial sobre el campamento de okupas de los Baños del Carmen, que se convirtió en protagonista la semana pasada por un incendio y las protestas posteriores de los vecinos.

El incidente, zanjado sin heridos, atrajo la presencia de varias unidades de la policía nacional y de los bomberos, que acudieron después de la denuncia de los vecinos más cercanos al campamento. Los residentes en el entorno del antiguo balneario no están dispuestos a tolerar nuevos sustos. La semana pasada ya interrumpieron el tráfico de la avenida Bolivia para exigir la intervención de las administraciones, que el pasado mes de abril se comprometieron a desalojar a los indigentes en un plazo de mes y medio.

Adolfo García, portavoz de la Asociación de Vecinos de Pedregalejo, quiere que el conflicto no se desligue de su origen, la reforma del enclave, que lleva más de veinte años de retraso. «Es un problema enquistado y tiene que resolverse ya», indica.