Los vecinos más antiguos de la plaza de Mendizábal, 3, una histórica vivienda con fachada a las calles Puerto Parejo y García de Haro, junto a la calle Cristo de la Epidemia, han vuelto a denunciar en La Opinión ­-como ya hicieron a comienzos de junio- la situación de ingobernabilidad y falta de seguridad del bloque, al tiempo que critican la falta de interés del administrador de fincas y de la propiedad.

De nuevo con miedo a desvelar su identidad por temor a represalias, los vecinos explicaron a este periódico que sólo 5 vecinos son inquilinos legales, en un bloque con 28 viviendas. Entre estos vecinos antiguos, el que menos tiempos lleva es inquilino desde hace 41 años, mientras todavía quedan octogenarios que han nacido en la casa.

Según denuncian, en 2009 una pareja alquiló uno de los pisos vacíos pero al mes siguiente dejó de pagar y fue alquilando por su cuenta las viviendas vacías.

En la actualidad, continúa esta red ilegal de alquiler, cuentan, al tiempo que también se alquila la terraza y calculan que «una veintena de rumanos» duerme en ella a diario, dedicándose durante el día a la recogida de chatarra.

Las denuncias van más allá e incluyen acoso a los inquilinos legales por parte de la pareja que controla la red. «Tienen la llave de una vecina y cuando sale a la calle a comprar, entran en la casa y le roban», cuentan.

También denuncian actos contra ellos como la reciente rotura de una llave de paso, la colocación de telas en el aparato de aire acondicionado para provocar fuego, la obstrucción de los bajantes con ropa y el lanzamiento de basuras, con el fin de obligar a los inquilinos legales a dejar su piso.

De hecho, uno de los vecinos más antiguos ya ha dicho que dejará la casa en breve. En junio, la administración de fincas encargada, Vázquez Alfarache S.L., declinó hablar y dijo que era un problema legal. Antonio Martí, abogado de la anterior propietaria, indicó que la situación del inmueble estaba pendiente de una herencia.