El pánico se desató anoche en la provincia de Málaga después de que un incendio declarado en torno a las 18.50 horas en el paraje del Barranco Blanco, en Coín, se descontrolara por el viento de levante y viajara a una estrepitosa velocidad dirección Mijas. Unos espeluznantes 20 kilómetros lineales de fuego incontrolado. El incendio provocó el desalojo de centenares de vecinos de ambos municipios, que no fueron los únicos afectados pues las llamas llegaron también a Alhaurín el Grande, a la Sierra de Ojén y a Marbella.

El 112 recibió unos 200 avisos alertando del fuego, que creó una columna de humo que se podía divisar tanto desde la costa como desde el interior. Fuentes de la Diputación de Málaga apuntaron que los operarios estaban trabajando en cuatro frentes distintos, dos de ellos fueron controlados pero el viento de levante hizo que las llamas de los otros dos viajaran a una velocidad espeluznante, llegando en cuestión de una hora a la Sierra de Mijas.

Por ello, se convocó a todas las dotaciones de bomberos de la provincia e incluso se pidió ayuda de retenes de Cádiz, Granada, Córdoba y Sevilla, además de la Unidad Militar de Emergencia, que se incorporará hoy para las labores de extinción. Según el diputado provincial de Medio Ambiente, Manuel Marmolejo, nos encontramos ante «el gran incendio del verano». Y es que se produjo en una zona forestal y rápidamente se convirtió en un fuego interfase al extenderse y afectar a zonas urbanizadas. Pasada la medianoche se activó el nivel de emergencia 2.

Hasta la zona afectada por el fuego se desplazaron, entre los numerosos efectivos, 13 medios aéreos.

En concreto, dos aviones anfibio, dos de carga en tierra, uno de vigilancia y coordinación, cinco helicópteros de transporte y extinción y dos de gran capacidad, que al anochecer tuvieron que cesar su actividad por la falta de visibilidad. Al cierre de esta edición se trabajaba intensamente para sofocar las llamas, causadas, según las primeras informaciones, por mano humana. Una primera estimación apunta a que son más de 600 las hectáreas afectadas.

El incendio comenzó en unas condiciones meteorológicas adversas debido al fuerte viento cálido de terral registrado ayer en la provincia malagueña, acompañado de temperaturas elevadas. La cercanía a la urbanización Barranco Blanco motivó la declaración a las 20.13 horas del nivel 1 de emergencia, que se activa cuando se prevé que la evolución del fuego puede afectar a bienes no forestales. Las autoridades tuvieron entonces que desalojar sesenta viviendas del municipio, la mayoría se encontraban en diseminados y se teme que muchas de estas edificaciones estén ya calcinadas.

Según informó el concejal de Servicios Operativos de Coín, Cristobal Ortega, «los vecinos que han tenido que abandonar sus vivendas han vuelto a sus domicilios habituales, en el mayor número de casos, y algunos se han reubicado con familiares». De esta forma, desde el Ayuntamiento aseguraron que «instalaciones municipales estarán disponibles por si fuera necesario alojar a algún vecino, aunque por el momento no ha sido necesario».

Cerca de la zona donde comenzó el incendio, en el río Alaminos, varios grupos de personas, sobre todo jóvenes, que se encontraban disfrutando de una jornada de baño, tuvieron que ser desalojadas por la rápida evolución del fuego.

En la zona de Barranco Blanco, una decena de caballos podría haberse escapado de su cuadra y andarían sueltos por la zona, y en torno a 140 perros y 50 gatos necesitaron ser evacuados. De hecho, a través de las redes sociales se solicitó ayuda para sacar a estos animales de la zona en la que se encontraba el fuego. En la zona calcinada, la mayoría de la vegetación corresponde a pinares, arbusto y matorral.

Mijas revive el drama. En Mijas el incendio dejó a su paso unas consecuencias nefastas para su entorno natural y para los vecinos de la zona de La Atalaya, Valde La Teja y Entrerríos. De nuevo, la ciudad costasoleña es la más afectada por un fuego.

El fuerte viento que soplaba desde el interior de la provincia en dirección a la costa hizo que las llamas se propagaran con gran rapidez hacia Mijas provocando decenas de desalojos. La peor parte se la llevaron los vecinos de La Atalaya y Entrerríos, ya que muchos de ellos tuvieron que pasar la noche fuera de casa, e incluso, alguno de ellos ha perdido su vivienda pasto de las llamas.

Dentcho, un joven danés que tiene su residencia habitual en la zona cercana al río Las Pasadas, en La Atalaya, fue desalojado por parte de la Policía Local de Mijas apenas una hora después de que comenzara el incendio. «Estaba en mi casa y sobre las 20 horas mis vecinos me avisaron porque veían mucho humo desde lo alto de la montaña. En un cuarto de hora, las llamas avanzaron hasta que podíamos escuchar el crujido de los árboles. Entonces, poco después, la policía vino para decirme que me fuera. Cogí a mis dos perros, los metí en el coche y ahora no sé qué hacer», dijo mientras llamaba por su teléfono móvil a una vecina que se resistía a abandonar su casa.

Escenas dantescas. Fuentes municipales señalaron que el alarmismo entre los vecinos fue tal que pudieron verse escenas tan dantescas como familias enteras corriendo con maletas por todas partes e incluso animales chillando de desesperación al ver como el fuego se les acercaba cada vez más.

La propagación del incendio fue tan veloz que dos horas después de su inicio los desalojos llegaron también a Entrerríos, la zona donde, precisamente, se inició el incendio que el año pasado arrasó con siete hectáreas de vegetación en Mijas. Al igual que entonces, hubo que desalojar el centro de drogodependencia municipal, situado en una colina de dicho diseminado, el albergue municipal de la zona así como numerosas viviendas.

Los usuarios del centro de drogodependencia fueron llevados hasta el hotel del hipódromo Costa del Sol donde fueron distribuidos en diez habitaciones. Por su parte, los vecinos de La Atalaya, Entrerríos, La Cala Resort y La Mairena (donde hasta el cierre de la presente edición habían llegado las llamas) fueron distribuidos en el polideportivo de Las Lagunas, el de La Cala así como el albergues de dicho núcleo urbano mijeño. Del mismo modo, se puso a disposición de quienes lo necesitaran las cuadras del hipódromo de Mijas y de hecho una familia tuvo que trasladar cuatro caballos.

Paqui Sedeño, una vecina de Entrerríos, pasó por Las Lagunas para pedir información tras ser desalojada de su segunda vivienda, que quedó muy cerca de las llamas. Pasó la noche en su casa habitual, en Las Lagunas. Lo mismo hizo Juan Catena, un joven que tiene una casa en Entrerríos y que, al enterarse del incendio, trató de acercarse hasta ella sin éxito.

«La policía ni me dejó pasar. Tengo miedo de lo que haya podido pasar con mi casa. Pasaré la noche en la casa de mi tía en Fuengirola», dijo. La concejala mijeña y diputada provincial, Pilar Conde, que también se trasladó al polideportivo de Las Lagunas para ayudar a los desalojados, aseguró que el fuego se propagaba con gran virulencia y velocidad hasta el límite con Ojén. Asimismo, señaló que las llamas afectaron también a la fuente de La Teja, el lugar donde se inició el incendio del pasado año.

A los centros de acogida provisionales fueron llegando más evacuados así como numerosos mijeños voluntarios que acudieron a la llamada de los responsables del gobierno local efectuada en la televisión local durante la pasada noche.

Por su parte, la primera teniente de alcalde de Mijas, Lourdes Burgos, declaró sentirse «desolada» por esta nueva tragedia natural y no tuvo dudas en señalar la mano del hombre como causa de la misma. «Otra vez en verano. Más de 30 grados de temperatura. Viento de poniente que cambia a terral, y para colmo, casi de noche, cuando los medios aéreos no pueden actuar. Desde el equipo de gobierno creemos que detrás de esto está la mano del hombre, ya sea de forma intencionada o no. Es desolador», expresó la edil.

El concejal de Presidencia en el Ayuntamiento de Mijas, Miguel González-Berral, coordinó la acogida de los vecinos de Entrerríos que fueron desalojados a causa de las llamas. Decenas de personas pasaron la noche allí, lo mismo que en el hotel del hipódromo y el albergue de La Cala.

Mientras en Alhaurín el Grande, según informó su alcalde, Juan Martín Serón, «no ha sido necesario habilitar ninguna instalación porque los desalojados se han ubicado con familiares». Aún así, precisó que «algunos hoteles del municipio están preparados y a disposición por si hubiera sido necesario». No obstante, fuentes municipales señalaron que en los diseminados podría haber viviendas calcinadas, aunque los alrededores fueron refrescados, y al cierre de esta edición no se conocía su situación.

Por último, Marbella también se vio afectada por las llamas. Concretamente la zona de La Mairena.

El presidente de la Diputación Provincial, Elías Bendodo, se desplazó a la zona para seguir las labores de extinción junto a los alcaldes de los municipios afectados.