El incendio iniciado en Coín la tarde del pasado jueves ha dejado en el aire muchas preguntas, incógnitas que los técnicos despejan poco a poco, sobre el terreno. Sin embargo, ya hay una certeza: el fuego se originó en una finca privada de Barranco Blanco (Coín) a causa de una quema de rastrojos que se descontroló, lo que significa que las llamas nacieron de una posible imprudencia, según informaron ayer a La Opinión de Málaga fuentes cercanas al caso.

Otra fuente conocedora de la investigación afirmó que la hipótesis de la quema descontrolada de rastrojos en una vivienda en concreto estaba dejando de serlo para convertirse en una realidad. Las pesquisas del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil están prácticamente cerradas, y un juzgado de Coín está a la espera de recibir el atestado preliminar y su ampliación para abrir diligencias previas en los próximos días, algo que no se ha hecho porque los agentes aún no han enviado ese informe.

Es decir, que el autor de la hoguera tendrá motivos para preocuparse en los próximos días. Desde la génesis del fuego, los técnicos y los políticos no se cortaban a la hora de hablar de la mano del hombre como causa de las llamas, dado los distintos frentes de los que constaba, según testigos presenciales, y la rapidez con la que avanzó: 13 kilómetros por hora. Otra certeza: ayer se conoció que las 8.225,1 hectáreas consumidas por el fuego lo convierten en el más dañino y virulento que ha padecido la Costa del Sol en veinte años, y el más importante desde el acaecido en Río Tinto (Huelva) en 2004. El fuego, por cierto, quedó oficialmente extinguido a las 08.00 horas de ayer.

De cualquier forma, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó ayer un plan de reforestación para las 7.175,3 hectáreas de arbolado y vegetación engullidas por las llamas. El incendio ha sido un auténtico holocausto cinegético, de tal forma que en Ojén, a los pies de la Sierra de las Nieves, se ha perdido el 90% de la población de especies como jabalíes, machos monteses y corsos, dice la Federación Andaluza de Caza.

El trabajo de reforestación directa no se podrá comenzar hasta dentro de un año, según el delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, y por tanto en un mes se abordarán trabajos tales como el análisis y tratamiento de la vegetación, eliminación de la masa arbórea afectada, se acondicionarán la red hidrológica y los puntos de agua, se construirán y acondicionarán los caminos afectados y se establecerá, y tal vez éste sea el punto más importante, un modelo de restauración adecuada para la zona, es decir, se plantarán los árboles que siempre han crecido en ese área ambiental y no otros.

En una década, según Ruiz Espejo, se han regenerado zonas cercanas a un incendio, por lo que la experiencia, en este sentido, podría ser similar. La lucha contra la erosión se revela aquí como fundamental. Los ciudadanos que han expresado su interés por plantar árboles en el monte serán convocados por las instituciones en su momento.

La otra pata de las ayudas aprobadas ayer por el Consejo de Gobierno, y que Ruiz Espejo presentó tras reunirse con representantes del Gobierno, la Diputación y los seis municipios en los que actuó el fuego, es la puesta en marcha de un plan turístico que potencie la imagen de una marca como la Costa del Sol, con una reserva ecológica sin parangón en la zona afectada -la Sierra de las Nieves es Reserva de la Biosfera-. Los esfuerzos se centrarán, explicó el delegado, en la World Travel Market de Londres, poniendo el acento en la seguridad que aportan los efectivos que han participado en la extinción.