El Ayuntamiento de Málaga no superará los 40 millones de inversión para 2013 y sin contar las empresas municipales (EMT, Parcemasa, Smassa, Emasa y Sociedad Municipal de Vivienda), lo que supondrá una caída del 30% en la cantidad de dinero disponible para obras en la ciudad.

El plan de ajuste para los próximos cinco años que presentó ayer el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, sacrifica las inversiones para lograr el equilibrio financiero que le exige la ley y que obliga a ahorrar los 193 millones de euros que tiene de desvío presupuestario entre 2013 y 2017, así como no disponer de créditos para financiar proyectos hasta 2020.

Esta bajada de la inversión se suma al fuerte recorte realizado en los presupuestos para este año, que ya contemplaron una reducción del 60% en el dinero para nuevos proyectos y completar los que estaban en marcha.

La limitación del dinero destinado a inversión obligará también al Ayuntamiento a establecer una prioridad en las actuaciones a acometer, retrasando aquellas que no se consideren urgentes. Esto afectará incluso a las que están ahora en marcha y que suman 115 millones de euros, que computan dentro de los criterios del Gobierno que marcan la inestabilidad presupuestaria.

Esta reprogramación de las inversiones, sin embargo, no afectarán a la construcción del bulevar sobre las vías del tren, que llevan menos de un año en obras con un presupuesto de 12,2 millones de euros. El alcalde de Málaga aseguró que la continuidad de estos trabajos está asegurada. No obstante, el importante desembolso al que obliga este proyecto al Ayuntamiento en 2013 -que superará los 6 millones de euros-, condicionará la disponibilidad financiera para otras actuaciones. De hecho, casi uno de cada siete euros para inversiones disponibles en 2013 se destinarán al proyecto del bulevar. Eso en el mejor de los casos de que se logren alcanzar los 40 millones de inversión.

Vías de financiación. De la Torre insistió en que todavía cuentan con la posibilidad de obtener financiación extra para mejorar las cifras de inversión. Para ello, el regidor adelanta que los distintos planes de financiación europea, los convenios con otras administraciones y el desarrollo del PGOU permitirán disponer de fuentes complementarias de financiación. Sin embargo, habría que recordar que el PGOU, un año después de su aprobación, no ha generado ningún proyecto nuevo, las otras administraciones también están paralizando sus planes de inversión y la financiación europea se está limitando de forma notable.

Queda también en el aire la posibilidad de acudir a la colaboración público-privada, que ha planteado el alcalde en numerosas ocasiones. Está por ver la posibilidad del sector empresarial de disponer de fondos que le permitan embarcarse en otros proyectos, visto el fiasco por la falta de ofertas para construir el funicular en el monte Gibralfaro, la carencia de iniciativas para darle contenido a Tabacalera o la decisión de aparcar la reutilización del edificio del Astoria, que se quería conceder en régimen de explotación a una empresa cultural a cambio de su rehabilitación.