Los partidos de la oposición están dispuestos a dar guerra al equipo de gobierno por el Plan de Ajuste que presentó ayer el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y que obliga a recortar las inversiones, el gasto corriente y los sueldos a los funcionarios.

Tanto el PSOE como IU coincidieron en señalar que estas medidas son fruto de la equivocada política del PP durante los últimos años, recurriendo a un creciente endeudamiento para acometer grandes inversiones que se han convertido en un «fiasco». Además, ponen de relieve la falta de concreción de las medidas que se van a adoptar y que hacen temer una «agenda oculta», con más recortes de los esperados.

El concejal del PSOE y experto en materia económica, José Sánchez Maldonado, criticó la falta de conocimiento de los detalles del plan de ajuste y mostró su escepticismo respecto a la afirmación del equipo de gobierno de que no afectará a los servicios sociales. «El Ayuntamiento ha pasado de un presupuesto de 1.000 millones a los 700 millones de este año. Si ahora hay que bajar a los 600 o 500 millones se tendrá que afectar a los servicios públicos o es que antes estaban tirando el dinero».

Sánchez Maldonado recalcó que la reducción de los gastos se hará mediante la reducción de los gastos corrientes y las inversiones. Así, recordó que en ambos casos afectará a la prestación pública, ya sea recortando servicios o en actividades relacionadas con la inversión como el mantenimiento de colegios, aceras o alumbrado, entre otras.

El edil del PSOE insistió, no obstante, en que la información facilitada por el equipo de gobierno es muy escasa y criticó que apenas tendrán entre 72 y 48 horas para estudiar los detalles del plan antes de entrar en su debate en el próximo pleno municipal, convocado el 27 de septiembre.

Críticas de IU. El portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida, Pedro Moreno Brenes, mostró su temor a que la falta de concreción del equipo de gobierno sobre este plan de ajuste esconda recortes que afecten a los servicios sociales, el personal y una mayor rebaja de la anunciada en las inversiones «en la línea de lo que viene haciendo su partido en el Estado», insistió.

Moreno Brenes añadió que el alcalde no tendría que reservar cuarenta millones anuales para hacer frente al pago de intereses bancarios «si hubiera evitado fiascos económicos como la mala gestión del Museo Thyssen, el fallido proyecto de las gemas en Tabacalera, el derroche en el Festival de Cine, el coste anual del Palacio de Ferias o los sobrecostes de obras municipales, como en el edifico de la Gerencia de Urbanismo». En este sentido, apuntó a la gestión municipal de los grandes proyectos de la ciudad como una de las causas fundamentales de los recortes planteados.

Al mismo tiempo, el portavoz de la coalición de izquierdas echó en falta un anuncio «con recortes de salarios a directivos del Ayuntamiento y empresas municipales». Para Moreno Brenes hubiera supuesto «un ejemplo de austeridad» que también redujera el número de directivos y de gastos innecesarios, con un plan de austeridad «con números y cifras, nombres y apellidos». Así, insiste en que el PP no quiere dar ejemplo de austeridad si recorta los sueldos a los funcionarios pero mantiene gastos en representación, viajes, dietas y protocolo, entre otros.

Entre las principales medidas que propone IU está reducir el número de órganos directivos, organismos y gerencias de empresas, en especial aquellos puestos que puedan ser prescindibles. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) criticó ayer la actitud del Ayuntamiento de Málaga «al obviar la consulta» con los representantes de este sindicato.