Las instalaciones de la vieja cárcel provincial de Málaga, que hoy pasan a manos del Ayuntamiento, se postulan como el próximo local de ensayo de la Orquesta Filarmónica de Málaga. El portavoz del equipo de gobierno y delegado de Ordenación del Territorio, Diego Maldonado, avanzó ayer esta posibilidad como una de las más probables en cuanto el edificio, o una parte del mismo, esté en condiciones de habitabilidad. Maldonado explicó que hay zonas del viejo edificio que están en mejor situación que otras y que con unas «obras de adaptación» podrían adecuarse como local de ensayo de la Filarmónica.

La orquesta ensaya actualmente en una sala adaptada para ello en la plaza de Carranque, si bien sus responsables siempre han reclamado poder ensayar en el mismo lugar donde actúan, esto es en el Teatro Cervantes, pero allí solo lo hacen en la jornada previa a un concierto. El traslado a la vieja cárcel no solucionaría la reivindicación de los músicos pero supondría un avance sobre lo que hoy tienen en Carranque, además de un ahorro en alquiler. En todo caso todo esto será después de que hoy a la una de la tarde se firme la cesión de la titularidad del edificio al Ayuntamiento de la ciudad.

Propiedad. La firma por la que la propiedad pasa a manos municipal será en la Gerencia de Urbanismo, ante notario, como es de rigor y de un lado estampará su rúbrica el delegado de Urbanismo, Diego Maldonado, y de otra el director de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste.

La firma hoy de las escrituras se produce dos meses después de aprobarse el 20 de julio el convenio suscrito entre el Ayuntamiento y la Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (SIEP), por el que esta entidad cedía al Consistorio la antigua prisión provincial y a su vez el Ayuntamiento entregaba a la SIEP la titularidad de la finca del polígono Guadalhorce donde ya está funcionando el Centro de Inserción Social.

Respecto a los futuros usos, el alcalde señaló el día de la firma del convenio que las propuestas que se hagan deberán tener «la máxima utilidad y ser sostenibles económicamente». En concreto, adelantó que entre los usos que se barajan para los terrenos está el que sea sede de una universidad privada «interesada en ubicarse en Málaga» o un proyecto tecnológico empresarial como «una incubadora de empresas».

El alcalde dejó dudas sobre la continuidad del propio edifico de la cárcel al explicar que «no es un edificio protegido y no tiene interés arquitectónico». El edil dijo que se podía mantener «la fachada como recuerdo», por tratarse de una construcción que está «en la imagen de Málaga a partir de los años 30» y por el recuerdo de todas las personas encarceladas y luego fusiladas, «en ese doble sentido de la memoria, los que fueron fusilados de julio del 26 a febrero del 37 y luego los que lo fueron a partir de febrero del 37».