Como en el himno de San Juan Bosco, Málaga se convirtió ayer en una auténtica legión de jóvenes que aclamaban al santo fundador de los salesianos en su multitudinaria procesión hasta la Catedral. La reliquia del brazo derecho, que llegó el lunes por la tarde al colegio de San Bartolomé, en el barrio de Capuchinos, se despidió de la ciudad 18 horas después. 18 horas llenas de emoción e intensidad, que culminaron con una celebración de la Palabra presidida por el obispo en el primer templo. Se fue Don Bosco y sus seguidores, miembros de la gran familia salesiana de Málaga, están contentos.

La noche en el Santuario de María Auxiliadora fue inolvidable, con la vigilia de oración protagonizada por los distintos grupos. Cada uno había preparado un turno en función de su idiosincrasia particular: asociación de padres, cofradías, Acción Cristiana, MIES...

A las 9.30 horas se echaba a andar la multitudinaria y festiva procesión con la participación de más de 3.000 jóvenes, la mayoría del colegio de Salesianos, con camisetas alusivas en vistoso color naranja. Pero además formaron parte de la comitiva, tras el trono donde era portada la estatua que contenía sus reliquias, escolares de Santa Rosa de Lima, Herrera Oria, El Pilar, Divina Pastora, Maristas, Adoratrices, Teresianas, Esclavas, el Safa Icet de El Palo o el Bergamín.

Don Bosco iba sobre el trono de María Auxiliadora, que había sido adaptado para la ocasión, sustituyendo los varales por ruedas, suprimiendo los arbotantes y adornado con rosas blancas y una antigua imagen de María Auxiliadora en el frontal. Por razones litúrgicas el santo avanzaba en sentido contrario al acostumbrado. Según explicaron organizadores de la visita, el salesiano italiano encargado por el rector mayor de custodiar la reliquia en el viaje fue explícito al indicar que tenía que ser entronizado de este modo. «Como no es un muerto no puede ir con los pies por delante», explicaron. La banda de cornetas del Carmen interpretaba marchas procesionales detrás del trono.

La procesión siguió el camino más recto y llegó a la calle Refino, antes de Don Bosco. Por este motivo, por haber sido Málaga la primera ciudad en el mundo que le puso una calle, tan sólo ocho años después de su muerte, el alcalde, Francisco de la Torre, descubrió un mosaico conmemorativo, realizado por los Hermanos Romero, como señal de agradecimiento, además, a la labor docente y formativa desarrollada por los salesianos en Málaga durante tantas generaciones.

El santo tuvo que esperar más de 20 minutos al regidor. Esta circunstancia obligó a acelerar el paso para llegar a tiempo a la Catedral. En el interior del templo que abarrotaban los jóvenes, el trono se situó en la puerta del Postigo de los Abades. Tras la celebración, salió de nuevo en procesión hasta la casa hermandad de Estudiantes, donde se despidió para dirigirse a Ronda.

Cientos de personas se congregaron en el Santuario de María Auxiliadora de Ronda para darle la bienvenida. La reliquia llegó sobre las 15.30 horas y fue recibida por multitud de niños, procedentes del colegio La Inmaculada y San José de la Montaña. Asimismo, la comunidad salesiana que el pasado mes tuvo que dejar la ciudad por la falta de vocaciones, volvió a darse cita en el que fue un día grande.

Antequera también llevaba días días preparando la llegada de Don Bosco. La urna llegó un poco antes de las 20.00 horas a la Puerta de Estepa. Desde allí se dirigió hasta la iglesia de Los Remedios, donde tuvo lugar una eucaristía presidida por el obispo emérito Antonio Dorado Soto. A su conclusión, hubo un momento de oración para venerar las reliquias, y después comenzó un recorrido por la ciudad. Las reliquias viajaron al Colegio Salesiano Sagrado Corazón donde pasaron la noche, saliendo con destino a la Línea a las 7.30 horas.