Llegar a clase y no saber dónde sentarse. Que haya más alumnos que pupitres. Tener que improvisar una solución de emergencia con las sillas del pasillo... Es lo que ocurrió ayer en la facultad de Ciencias Económicas, en El Ejido. Los alumnos de cuarto de la casi extinta Licenciatura de Economía se encuentran como sardinas en lata: apretados y sin suficiente espacio para todos.

Estos problemas obligarán a la dirección del centro a recolocar a estudiantes, aunque los problemas puede que no hayan hecho más que empezar, puesto que hasta el viernes se mantiene abierto el plazo de matriculación y con seguridad llegarán nuevos alumnos.

El decano de Económicas, Eugenio Luque, explicó que se trata de algo habitual al principio de cada curso y descartó que tenga nada que ver con los recortes que afectan a la enseñanza superior. Según dijo, el decanato no ha recibido ninguna queja.

«Si bien es cierto que en cuarto B faltaban sitios, en cuarto A había huecos libres», precisó Luque, que indicó que la solución es fácil y bastará con trasladar a los alumnos que sobran al otro aula, que además es más grande y permite que puedan recibir clase hasta 140 alumnos, por los 110 de la que ayer registró estos problemas.

En todo caso, el decano de Económicas está convencido de que, conforme avance el curso, serán muchos los alumnos que desistan o que no vayan a clase a diario. «Al principio del año académico es algo habitual», insistió.

Algo parecido ocurrió el primer día de clase, el pasado lunes, con los alumnos de la licenciatura de Ciencias Actuariales y Finanzas, otra titulación del plan antiguo y que se impartirá por última vez este año. Según Eugenio Luque, si habitualmente eran unos 30 alumnos los que se matriculaban en esta carrera de segundo grado, este año, «puede que por el hecho de ser la última oportunidad de estudiarla, se han subido al tren casi el doble».

Esta situación provocó que se desbordaran todas las previsiones y el aula que se había designado en principio, de tan sólo 3o plazas, se quedara claramente pequeña. «Al segundo día ya solucionamos este inconveniente y destinamos una aula mayor para dar estas clases», indicó Luque. «No descartamos que pueda haber otros problemas», advirtió, sin embargo, el decano.