El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se ha mostrado dispuesto a encontrar «una solución» para las cuatro mujeres de la planta de envases de Limasa de las que ha prescindido la empresa al acabar su contrato. La idea es contar con ellas una vez que la planta se reabra tras las obras de modernización a las que va a ser sometida.

La automatización de la planta requerirá menos personal, de ahí que no se haya renovado el contrato a estas trabajadoras. Tanto ellas como el resto de las que trabajan en dicha planta son mujeres que han sido víctimas de malos tratos y es esa condición la que impulsó al Ayuntamiento y a Limasa a contratarlas. De la Torre explicó que el Ayuntamiento mantiene su política social y en especial con estas mujeres víctimas de malos tratos. Por ello aseguró que si la modernización de la planta de envases supone una disminución de la plantilla «habrá que buscarles una solución alternativa dentro o fuera de Limasa. El problema de estas mujeres debe tener una solución».

El grupo municipal de IU ha entrado también a interesarse por este problema. La concejala Antonia Morilla ha dirigido una pregunta al concejal de Derechos Sociales, Francisco Pomares, al que cuestiona por las razones que han motivado «la supresión de cuatro mujeres y cinco hombres que trabajan en la planta de clasificación de envases que tiene Limasa en el Centro Ambiental de Los Ruices».

También se pregunta al edil de qué manera tiene previsto el área de Derechos Sociales «dar cobertura a las mujeres maltratadas que trabajaban en la planta de clasificación de envases, para que estas no queden desasistidas».

En última instancia, IU plantea si tiene el Ayuntamiento esta misma voluntad de suprimir otros puestos creados a través de acuerdos del área de Derechos Sociales con otras entidades y empresas.

Dos directivos de Limasa informaron la semana pasada al personal de la planta de envases de que ésta iba a cerrar próximamente para obras de modernización hasta enero. La mecanización supondría una plantilla menor para realizar las tareas de clasificación de envases. Por ello cuatro de las mujeres que acaban contrato el pasado viernes (toda la plantilla tiene contratos temporales) no volverán a sus puestos de trabajo. El resto del personal podría volver a contratarse cuando se reabriese la planta.

Las cuatro han sido víctimas de malos tratos y en algunos casos mantienen serios problemas por la necesidad de mantener en solitario a sus hijos o a causa de los incumplimientos de las órdenes de alejamiento de sus exparejas, entre otras vicisitudes. También se prescinde de cinco hombres, aunque estos podrán volver a trabajar barriendo las calles, servicio que ya han realizado con anterioridad.