A la denuncia de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de Málaga, cuyos responsables aseguran que la marihuana intervenida se amontona en los cuarteles del instituto armado y que éstos se han convertido en secaderos en los que los agentes se ven obligados a elaborar este estupefaciente para que no sean rechazadas por Sanidad Exterior, se sumó ayer la queja del Sindicato Unificado de Policía (SUP).

El máximo representante del SUP en Andalucía, Manuel Expósito, aseguró que los agentes del Cuerpo Nacional de Policía también viven esta situación desde hace mucho tiempo, aunque en menor medida ya que la Guardia Civil hace mayores intervenciones en las zonas rurales.

«Es incomprensible que las instalaciones de la Policía Nacional y de la Guardia Civil se vean destinadas a otras funciones cuya competencia son exclusivas de Sanidad», denunció Expósito, quien añadió que la custodia, el secado, y el envase de este estupefaciente va en detrimento de los recursos humanos y materiales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. «Las instrucciones como las que ha impartido Sanidad Exterior desfiguran las funciones que han de realizar los agentes», dijo Expósito, quien añadió que «en el momento en el que los agentes manipulan la droga se está incumplimiento la ley».

El secretario general del SUP en Andalucía insistió en que la competencia policial no va más allá de la aprehensión de las sustancias estupefacientes de que definen el delito que se persigue. Para el sindicato, el hecho de que esto esté sucediendo desde siempre no significa que esté bien. «La evaluación y valoración primera de dichas sustancias han de ser confirmadas y peritadas por el departamento de Sanidad correspondiente, cuyo dictamen es el que adquiere valor pericial para la autoridad judicial», subrayó el líder regional del sindicato policial mayoritario.

Debate. La polémica sobre esta actividad extra de los agentes salió a la luz tras una denuncia de la AUGC-Málaga, cuyos responsables señalan que los agentes se ven obligados a realizar el proceso de secado y envase de la marihuana para que ésta no sea directamente rechazada por Sanidad Exterior. «Este depósito tiene encomendada su recepción y custodia por ley, pero se niega a aceptarlas cuando no están deshojadas, secas y envasadas, o lo que es lo mismo, presentadas en estado de consumo», aseguraron desde AUGC a Europa Press el pasado fin de semana.

Desde la asociación aseguran que no entienden que se asigne esta actividad de elaboración y depósito de sustancias estupefacientes intervenidas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ya que «en el Plan Nacional Sobre Drogas no se contempla en ningún momento a estos agentes como encargados de estas tareas».

El subdelegado se muestra «preocupado». El subdelegado del Gobierno, Jorge Fernández Mollar, mostró ayer su preocupación ante la ahora denuncia conjunta de AUGC y SUP. Tras referirse a la aprobación la semana pasada de un acuerdo marco entre los ministerios de Interior y Justicia, el Consejo General del Poder Judicial, la Fiscalía del Estado y la Agencia Nacional del Medicamento para establecer un protocolo sobre la destrucción de droga que evite estas situaciones, Fernández Mollar aseguró que trasladaría hoy mismo su inquietud ante la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, con la que se reúne en Jaén.