Una marea de batas blancas ha tomado el Centro en los últimos días para protestar por los recortes en sanidad, y antes, lo hicieron centenares de profesores que escogieron el verde para protestar por el tijeretazo en educación. Ayer le tocó a las togas negras de los abogados, en concreto 2.000, que salieron a la calle para pedir la retirada de la Ley de Tasas, que ataca a los «colectivos más vulnerables» y que prevé subidas de las tarifas de entre 50 y 750 euros. Una manifestación histórica, como reconoció el decano de los letrados malagueños, Francisco Javier Lara, por ser la primera vez que la abogacía planta cara en la calle a una medida gubernamental.

Una gran pancarta con el lema «Justicia para todos, tasas no», abría la manifestación. Ésta era portada por los 15 miembros de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Málaga, con su decano a la cabeza. La institución convocó la protesta, a la que se sumó el Colegio de Procuradores, cuyo decano, Francisco Bernal, también asistió a la manifestación.

Ya a las 12.00 horas, en los alrededores de la sede malagueña del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), en el Muelle Heredia, se podía intuir que la manifestación iba a cosechar una gran asistencia, pues llegaron autobuses de todos los partidos judiciales: Coín, Torremolinos , Vélez, Estepona y Ronda. Sólo de Marbella llegaron dos autocares. En total, más de 300 abogados de la provincia y una representación del Colegio de Antequera se sumaron a la iniciativa.

Dos furgones policiales y cuatro agentes iban cortando el tráfico a medida que la comitiva avanzaba. Por allí se pudo ver al abogado Diego Martín Reyes, expresidente de la comisión gestora de Marbella, quien llamó la atención sobre el «el recorte de los derechos fundamentales» que supone el texto.

La marcha estaba apoyada por el Consejo General de Colegios de Abogados (CGAE), el PSOE e IU. De hecho, asistieron la portavoz socialista en el Consistorio, María Gámez, y dos de los tres ediles de la federación de izquierdas, Pedro Moreno Brenes y Eduardo Zorrilla. Antonio Herrera, líder de CCOO en Málaga, y miembros de CSI-F y CGT, también se manifestaron.

Varias pancartas salpimentaban la marea negra, color aportado por las togas. En ellas se podían leer los lemas «No a las tasas», «Justicia para todos» o «Contra la Ley de Tasas, tú no tendrás Justicia». La comitiva ocupó al completo la calle Córdoba y cruzó la Alameda para embocar luego la calle Larios tras bordear la rotonda del marqués. El silencio era la tónica predominante. Algunos abogados comentaban irónicamente que también deberían haber acudido sus clientes.

Manuel Temboury, presidente de la Asociación de Abogados de Víctimas de Accidentes (Adevi), hizo hincapié en que los afectados por siniestros deberían estar exentos de tasas, porque afectan «al derecho a la vida, que está constitucionalmente protegido». En su opinión, puede ocurrir que un afectado por un accidente de tráfico no reclame a las grandes compañías de seguros dado el importe de las tasas, lo que les beneficiará. Ya en la calle Larios, Fátima Molina, excandidata a decana, pedía a la prensa que se explicara a la ciudadanía exactamente qué supone esta ley. También se pudo ver al abogado Antonio Checa.

Manifiesto. Al llegar a la calle Larios, la comitiva alcanzó una importante longitud; la policía hablaba entonces de 750 personas, número que subió después a más de 1.500. El colegio situó el seguimiento en 2.000 letrados y procuradores. Ya en la plaza de la Constitución el decano leyó un duro manifiesto a cuyo término se oyeron algunos gritos de «Gallardón, dimisión». Desde un estrado, Lara pidió que se huya de «iniciativas improvisadas carentes de eficacia alguna que sólo tienden a impedir o recortar el acceso a la Justicia».

Exigió al Ministerio de Justicia que «oiga y escuche», tras tildar de «deplorable» y «lamentable» el servicio. «Venimos a mostrar nuestro rechazo a la Ley de Tasas, al suponer un claro peligro para el Estado de Derecho». Recordó que se vulneran los derechos a la tutela judicial efectiva y a la igualdad, porque quien carezca de recursos «quedará indefenso».

Advirtió de la posibilidad de que se den «posiciones de abuso, por quien deba abonar una cantidad y se valga de la carencia de recursos del que deba ser indemnizado para evitar su pago». «Es la instauración de una Justicia para ricos y otra para pobres», señaló, para pedir después la retirada del texto. Un largo aplauso puso el epílogo al día en el que las togas negras tomaron la calle.