La consejera de Salud y Bienestar Social, María Jesús Montero, reiteró ayer su «voluntad de dialogo y acuerdo» en la negociación con los sanitarios residentes andaluces para desbloquear la huelga indefinida que han mantenido desde el pasado 19 de noviembre, y que el martes decidieron suspender tras alcanzar un acuerdo con el SAS para mantener una ronda de reuniones, que se iniciaron ayer a las 12 de la mañana. A preguntas de los periodistas en los pasillos del Parlamento andaluz, Montero dijo que ahora toca «generar el clima de tranquilidad suficiente» para que se puedan aproximar ambas posturas «en el plazo más breve posible», al tiempo que pidió «dejar a las partes que puedan trabajar sin presión mediática ni interferencia externa».

«Hay que respetar el trabajo de la mesa y cuantas menos interferencias externas mejor, porque las presiones son un elemento añadido de tensión», argumentó Montero, que dijo que, sea cual sea el resultado de las reuniones, ya ha avisado de que el marco presupuestario actual «no es negociable», entre otras cosas, «porque no lo elige el Gobierno andaluz, sino que viene exigido por los objetivos de déficit que se le plantean a la comunidad autónoma». «Nosotros ya hemos manifestado nuestra discrepancia y rechazo frontal con ese objetivo de déficit plantado, ya que se le pide a las comunidades autónomas un esfuerzo mayor que el que hace la Administración General del Estado», argumentó la titular del ramo, para quien, pese a los 16 días de paro ininterrumpidos que han protagonizado los MIR en los hospitales, «se ha vivido en bastante normalidad los día de huelga».

Por su parte, el representante de la plataforma junta médica de Carlos Haya, Julio Martínez, explicó ayer a este periódico que se negaron a firmar los servicios mínimos en el Delegación de Salud porque los consideraron insuficientes, aunque Salud informó de que sí. A la reunión acudieron los delegados del comité de huelga y representantes de la dirección de Sanidad y del hospital y según Martínez, se ofrecieron unos servicios mínimos «ridículos». «Nuestra propuesta era del doble que la de ellos, es la primera vez que se plantean unos servicios mayores que los que ofrece la empresa. Pretendían que no hubiera un cardiólogo de guardia, ni un neumólogo y que se cerrara la consulta de oncología», dijo, por lo que señaló que se negaron a firmarlos porque los ven «delictivos». «Han ofrecido algo imposible, cubrir los cuatro edificios con medio folio de mínimos», añadió.

«Que pongan lo que ellos quieran, pero nosotros no vamos a ser cómplices. Las consultas delicadas hay que dejarlas abiertas, ni siquiera han hablado de los servicios mínimos de anestesia. Sin ese servicio se paraliza el hospital», dijo. Además, Martínez quiso recordar que la huelga indefinida finalmente solo afectará a los facultativos del centro -864- y no a los residentes. Fuentes de Salud informaron ayer de que los servicios mínimos se aprobaron y que serán más elevados que los de un festivo al tratarse de un paro indefinido.