El debate del estado de la ciudad se celebró ayer en Málaga con tres horas y 40 minutos de intervenciones. Sin embargo, llamó la atención que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, protagonizara dos horas y seis minutos de debate en el estrado, más de la mitad de la duración de la sesión plenaria. El resultado de este exceso verbal fue la convicción de que las críticas de los últimos meses sobre los recortes en los sueldos le han dolido.

Parte de su intervención primera (65 minutos) giró sobre este asunto, comparando los recortes realizados con los acometidos por la Junta de Andalucía, pidiendo solidaridad a los empleados públicos y resaltando que se mantendría el empleo público «incluidos los interinos». Su defensa de la política económica municipal le llevó a recordar los sueldos de los distintos concejales, incluido el suyo, negando las afirmaciones de «un pasquín que me atribuye ingresos desorbitados, entre otros, por asistencia a consejos de administración de empresas municipales (...) Es oportuno recordarles a los ciudadanos que este Ayuntamiento no paga ni un solo céntimo por asistencia a consejos, tampoco dietas, pues es algo incluido en nuestros salarios».

El conflicto con parte de los sindicatos policiales, que están en contra de la rebaja del 10% en sus complementos salariales, también se apreció en su discurso. De la Torre se refirió, no directamente a ellos, pero sí reiteró que «el malestar no puede amparar ni justificar actitudes incívicas minoritarias que persiguen el descrédito de la política».

A diferencia de otros años, en los que hizo un detallado repaso de la actuación municipal, en este caso prefirió focalizar su discurso en grandes temas. La defensa del Plan de Ajuste 2013-2020 fue el primer pilar de su discurso, asegurando que los recortes son menores que en otras administraciones, manteniendo el pago a los proveedores y la moderación fiscal como los dos grandes hitos de su gestión.

Empleo, política social, servicios públicos y transparencia fueron los otros elementos clave de su intervención, entre los que destacó las actuaciones relacionadas con la innovación y la transparencia.

De cara al futuro, De la Torre reconoció que ahora es momento de planificar actuaciones, no de ejecutarlas, por la falta de financiación. Así, adelantó que ha llegado a un acuerdo con el Gobierno y la Diputación Provincial para impulsar la rehabilitación del cauce del Guadalmedina mediante la creación de un consorcio, a falta de la respuesta de la Junta de Andalucía.

La creación de una Oficina para la Internacionalización de las empresas malagueñas, las negociaciones con la Fundación Berrocal para que se instale en la esquina de los muelles 1 y 2, y el futuro de Tabacalera -«la lista de proyectos supera la capacidad de los edificios»- fueron destacados en su intervención. También adelantó la posibilidad de acudir a la financiación público-privada para impulsar la construcción del auditorio de música junto al Ministerio de Cultura y la Junta de Andalucía.

Críticas y propuestas. La estrategia de la oposición estaba marcada por la actualidad. Los recortes, los desahucios, el paro y el empobrecimiento de la sociedad. Tanto el recién estrenado portavoz de IU en el Ayuntamiento, Eduardo Zorrilla, como la portavoz socialista, María Gámez, plantearon sus discursos en esta línea.

Gámez acudió a un lenguaje y retórica incisiva, con referencias a la intervención del alcalde -«ha hecho ocho referencias a la Junta de Andalucía y sólo una al Gobierno», para afearle su partidismo- y a algunas polémicas de las últimas semanas. Acudió a las comparaciones para criticarle que no estaba con los problemas reales de los malagueños, con un alto índice de paro y deficiencias graves en las infraestructuras pese a más de 10 años de gestión e inversiones del equipo de gobierno de De la Torre.

El gasto en edificios con poco uso o sin uso fue otra de las grandes críticas de María Gámez, recordando el caso de Tabacalera, el Astoria, la sede de Urbanismo o el incierto futuro del cubo en la esquina del puerto. La portavoz socialista invitó además al alcalde a buscar el consenso y la participación de los agentes sociales.

Zorrilla armó su discurso a partir de los datos de desempleo y precariedad de Málaga, dibujando un panorama desalentador en la ciudad frente a los logros que publicitaba el alcalde de Málaga. El portavoz de IU, sin embargo, dio un paso más en su segunda intervención y no se quedó sólo en la crítica, ya que puso sobre la mesa la ejecución de dos planes, uno centrado en el empleo y otro para ayudar a las familias con menos recursos, con propuestas concretas que buscan ofrecer soluciones.

Francisco de la Torre, alcalde de Málaga. Defensa del plan de ajuste municipal y de la labor política

­El alcalde de Málaga adoptó una postura defensiva en gran parte de su discurso principal, tanto de las medidas adoptadas en el Plan de Ajuste como de la propia función política, que planteó como necesaria para buscar soluciones para salir de la crisis. Apostó por la transparencia, ofreciendo datos de los sueldos de los concejales y rebatió algunas acusaciones que corren por las redes sociales sobre sus supuestos emolumentos. Su habitual repaso sobre la acción municipal se paró con especial esmero al tratar sobre la innovación y la presencia de la ciudad en numerosos programas y foros internacionales. Defendió la gestión económica y pasó de soslayo sobre las inversiones.

María Gámez, portavoz del PSOE. Críticas al derroche, mala gestión y falta de sensibilidad

­La portavoz del grupo municipal socialista articuló un discurso muy crítico e incisivo con el balance de la gestión del equipo de gobierno, al que acusó de no resolver los verdaderos problemas sociales de la ciudad. Así, apuntó que la apuesta por la Smart City esconde la realidad de una ciudad muy afectada por el paro, gasto desmesurado en edificios -Astoria, Tabacalera- que están vacíos y carencias en las infraestructuras. María Gámez aprovechó el destrozo de las últimas lluvias para apuntar que los millones gastados en inversiones por el equipo de gobierno en una década no han resuelto problemas básicos como el alcantarillado. Además, criticó la ausencia del alcalde de la ciudad con diferentes viajes.

Eduardo Zorrilla, portavoz de IU. Estreno con un discurso social y con propuestas

­Eduardo Zorrilla se estrenó ayer como nuevo portavoz de izquierda Unida en el Ayuntamiento, sustituyendo a Pedro Moreno Brenes. Su discurso estuvo muy centrado en las carencias sociales de la ciudad, como el paro, el incremento del nivel de pobreza y de los desequilibrios sociales y el problema de los desahucios. Tras un primer discurso muy crítico y reforzado con datos sobre el empobrecimiento de la ciudad, Zorrilla planteó dos propuestas al equipo de gobierno, un plan excepcional de empleo dotado con 6 millones de euros y un plan contra la pobreza, en ambos casos con actuaciones concretas que permitan aliviar la situación de los malagueños.

Diego Maldonado, portavoz del PP. Defensa de la gestión y ataque a la Junta de Andalucía

­El papel del portavoz del equipo de gobierno en este debate es complicado. El protagonismo es del alcalde que, sin límite de tiempo, lleva el peso de las intervenciones. Diego Maldonado se estrenó ayer en estas labores con una dificultad añadida a la ya comentada, como es el estado de su garganta, aquejado de una dolencia que le impidió estar al 100% de sus facultades. No obstante, planteó una defensa de la gestión municipal con un escueto resumen de las principales actuaciones realizadas durante 2012, sin olvidar los ataques a la Junta de Andalucía por los incumplimientos de sus compromisos con el Ayuntamiento, así como apuntar a Zapatero como el origen de la crisis.