Alrededor de medio centenar de agentes de la Policía Local aprovecharon la celebración de la III Maratón Ciudad de Málaga para mostrar una vez más su rechazo ante el plan de ajuste del Ayuntamiento. La presencia de las máximas autoridades locales, encabezadas por el alcalde, Francisco de la Torre, intensificó las protestas, con diversas proclamas que casi impedían que se escuchasen con nitidez los comentarios sobre el desarrollo de los últimos metros de la prueba. El colectivo pretendía también boicotear el acto de entrega de premios, pero para ese momento ya se había ausentado el regidor.

Los policías subrayaron que en el pulso que mantienen contra el equipo de gobierno municipal por los reajustes anunciados para el próximo año la «guinda» ha sido la orden dictada por el concejal de Seguridad, Julio Andrade, por la que ayer se tuvieron que incorporar al servicio un total de 200 efectivos que a priori tenían jornada de descanso.

Para ese cupo de agentes la jornada de descanso dominical queda fijada finalmente para el próximo viernes 14 de diciembre. UGT y el Sindicato Independiente de Policía de Andalucía (SIP-AN) mantienen esa decisión en manos de sus servicios jurídicos. Muchos de los manifestantes expresaban ayer su apoyo a alguno de los compañeros que desarrollaban su labor en pleno desarrollo de la maratón, al tiempo que lucían prendas de color verde fluorescente.

Justo cuando ya afrontaban los primeros corredores los dos últimos kilómetros de la maratón, pasadas las once de la mañana, aumentó el ruido procedente de los graderíos del Estadio de Atletismo -ayudado por sirenas policiales y otros elementos-. «Tú sí que eres un privilegiado» o «Menos asesores y más trabajadores», eran dos de las consignas repetidas durante esos primeros minutos, con varios integrantes del equipo de gobierno apenas a unos metros, junto a la propia pista de atletismo.

Hasta alguno de los propios organizadores de la carrera reconocía que al menos a esa hora, cuando ni un centenar de espectadores habían ocupado las gradas del estadio, «los policías estaban dando color a la llegada». Muchos de los atletas confundían sonidos y griterío, con los ánimos tras su prolongado esfuerzo por las calles de la capital malagueña. De ahí que hasta el speaker que narraba cómo evolucionaba la maratón bromease con los estribillos de fondo.