Silencio administrativo. La Consejería de Salud y Bienestar Social no ha atendido la petición del Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, de que le informen sobre las causas que han llevado al cierre indefinido de la piscina terapéutica del Hospital Civil de Málaga y que afecta a los tratamientos de al menos 60 pacientes crónicos desde principios de octubre, fecha en la que no se inició la temporada terapéutica por unas fugas que presentaban las instalaciones.

Ese silencio dura ya más de un mes. Concretamente, desde el 29 de octubre, fecha en la que el Defensor solicita el informe, y el pasado 4 de diciembre, cuando la institución liderada por Chamizo se dirigió a una paciente para informarle de que la Junta de Andalucía no había respondido a su interés. En todo caso, desde la oficina del Defensor del Pueblo le recordaron a la denunciante que insistirían en reclamar las explicaciones a la administración correspondiente.

Tal y como adelantó este periódico en septiembre, los responsables del Hospital Civil ordenaron el cierre indefinido de la piscina tras comprobar que las fugas reparadas el invierno pasado tras varias semanas de cierre volvían a dar problemas. Esas fugas, según explicaron entonces fuentes del centro hospitalario de la capital, no garantizaban la seguridad de los pacientes, por lo que se decidió clausurar la piscina.

Desde entonces, los técnicos evalúan la viabilidad de una nueva reparación, por lo que no hay fecha de obra ni de reapertura mientras los pacientes crónicos no pueden hacer uso de la terapia más efectiva contra sus intensos dolores.