El Claustro de la Universidad de Málaga (UMA), máximo órgano de representación de la comunidad universitaria, conoció ayer el contenido de dos planes de actuación destinados a mejorar la productividad y la accesibilidad de la institución docente desde la perspectiva institucional.

En concreto, se trata del Plan de Competitividad, desgranado ante los claustrales por el vicerrector de Coordinación Universitaria, José Ángel Narváez, y el Plan de Transparencia, presentado por el vicerrector de Comunicación y Proyección Internacional, Pedro Farias.

El objetivo de ambos es mejorar los resultados de la UMA para orientar los recursos en la dirección adecuada y subir posiciones como institución académica e investigadora. El primero, escalando puestos en los ránkings, y el segundo, poniendo toda clase de facilidades para acceder a cualquier tipo de información generada por la institución. Narváez explicó que en los últimos tiempos «se ha puesto muy de moda valorar a las universidades por su posición en los ránkings» y señaló que, aunque son un instrumento de medida, «no es el mejor, porque se compite a ciegas».

No obstante, subrayó que se le da mucha importancia al lugar que se ocupa en esas mediciones; por ello, «el objetivo de la Universidad de Málaga es mejorar esa posición, tanto en el ámbito nacional como en el marco internacional». «No por alcanzar una posición, sino por demostrarnos a nosotros mismos que somos capaces y que podemos mejorar», apostilló. Así, tanto el Plan de Competitividad de la Universidad de Málaga como el Plan de Transparencia son planes operativos que complementan y desarrollan el Plan Estratégico Institucional y, en el caso del primero, su finalidad es situar a la institución académica malagueña «entre las universidades españolas y europeas más dinámicas, innovadoras y competitivas».

Por otro lado, el claustro se inició con un combativo informe de la rectora de la institución académica malagueña, Adelaida de la Calle, quien dio cuenta de las actuaciones llevadas a cabo por la UMA en los meses que han transcurrido desde la celebración del anterior, en junio, y se declaró «muy ofendida» con unas informaciones aparecidas en los últimos días en los que «se ofrecen datos falsos acerca de la situación económica». «La única deuda que tiene la UMA está siendo abonada a través de un crédito que se terminará de pagar en octubre».