Ni las candilejas de la calle Larios ni el árbol de la plaza Constitucin. A falta de una semana para Nochebuena, las tiendas de Málaga desconfían de los milagros y pronostican, en general, unas fiestas poco generosas en ventas. Según un estudio de Fecoma, el 65 por ciento de los pequeños y medianos establecimientos prevén pérdidas esta Navidad, lo que, de confirmarse, supondría la apostilla para un año nefasto en el sector; el peor, insisten, desde que se inició la crisis.

Las navidades, que normalmente representan entre una quinta y una cuarta parte del total de la facturación del ejercicio, no parecen esta vez predestinadas a corregir los problemas económicos que atraviesan los comercios, que en los últimos meses han sufrido, además, los efectos de la subida del IVA y de la contención del consumo. De acuerdo con el estudio, apoyado en encuestas, seis de cada diez tiendas consideran que las ventas caerán entre un 5 y un 25 por ciento respecto al mismo periodo de 2011, mientras que poco más de un tercio confía en repetir los resultados del pasado año, que tampoco concluyeron, precisamente, con grandes márgenes de beneficio.

Los números no reflejan un clima generalizado de bienaventuranza. Sólo un 5 por ciento de los comercios cree que mejorará su facturación en relación a las últimas navidades. Una lectura pobre que arrastra consecuencias subsidiarias como la que atañe al empleo, que no se recuperará con la fuerza de temporadas anteriores. Enrique Gil, presidente de Fecoma, alerta de que únicamente el 10 por ciento de los empresarios de Málaga aumentará sus plantillas para atender el incremento tradicional de la demanda.

Tampoco habrá grandes cambios en el gasto medio; el 85 por ciento de los consumidores, puntualiza el estudio, no se dejará en este periodo más de 50 euros, lo que, a tenor de la comparativa con otros ejercicios, no es, ni mucho menos, una cifra de progreso. «Muchos negocios ya están aplicando grandes descuentos aprovechando la normativa del 1 de diciembre, que ya no limita la época de rebajas», señala.

Las razones que justifican todas estas perspectivas no son, por desgracia, muy originales. El 65 por ciento de los empresarios de Málaga construye sus previsiones con la mira puesta en la crisis, que un año más continúa sin respetar las fiestas. Gil pone asimismo el acento en la supresión de la paga extra de muchos trabajadores. «Ése era un dinero que generalmente solía invertirse en estas fiestas y que ahora directamente ha desaparecido de la circulación», razona.

Para explicar las tribulaciones del sector nada mejor que atender a los números de la alimentación, que acumulan un 13 por ciento de pérdidas, pese a tratarse de un comercio de bienes de primera necesidad. Fecoma espera un estímulo de última hora que desbarate las previsiones de los comerciantes, que preparan para primeros de año el periodo oficial de rebajas. La provincia prosigue sin despegar.

Descuentos como estímulo previo a las rebajas. No habrá que esperar un periodo excepcional ni negociar con la administración. Las rebajas de este año, a diferencia de las de las últimas décadas, dependerán en su duración e intensidad del criterio de cada comerciante. El pasado verano entró en vigor la normativa andaluza de liberalización, que rompe con las restricciones anteriores y autoriza, en la práctica, la puesta en marcha de periodos de descuentos generalizados o particulares, lo que ha hecho que muchos establecimientos de Málaga exhiban ya en sus escaparates una cantidad nada despreciable de artículos en oferta.

Según relata Enrique Gil, presidente de Fecoma, los precios de este año son ostensiblemente más bajos que los de las navidades precedentes, si bien por ahora se está evitando utilizar la terminología que normalmente acompaña las rebajas para no restar impacto al periodo habitual. O dicho de otro modo, el consumidor, zarandeado por las estrecheces de la crisis, se mueve ahora entre un clima comercial de descuentos que será sucedido por las rebajas de enero, lo que multiplica, a priori, el atractivo de la oferta. Un esfuerzo que, de momento, no está sirviendo para reactivar las ventas, que siguen en un perfil excesivamente mesurado.

Sobre todo, por la crisis, que es la razón que explica la caída de la facturación para el 65 por ciento de los comerciantes. A eso se suma, sostienen, el pesimismo de los consumidores (5 por ciento); y la competencia ejercida por otro tipo de establecimientos y tradiciones comerciales (15 por ciento). La encuesta de Fecoma refleja, por otro lado, que sólo 15 de cada centenar de comercios de Málaga confían en que las navidades dejen un balance positivo para sus intereses.