Los dos funcionarios de la Agencia Tributaria y los dos miembros del grupo III de Blanqueo de la Udyco claves en la investigación del caso Malaya recibirán el próximo jueves, a las 13.30 horas, en la sala cuatro de la Ciudad de la Justicia, la cruz de la Orden de San Raimundo Peñafort, un destacado distintivo que premia a aquellos que han destacado en el ámbito de las profesiones jurídicas.

En concreto, es el Ministerio de Justicia el que lo concede tras instruir el correspondiente expediente a instancia del peticionario. Esta cruz, de cualquier forma, premia a los responsables de haber acabado con la trama de corrupción que durante 15 años gobernó Marbella y dilapidó sus recursos públicos.

Su aportación fue capital y decisiva, e incluso novedosa desde un punto de vista teórico. No en vano, por primera vez se persiguieron no los delitos, sino el beneficio económico generado por éstos.

De esta forma, se analizaron exhaustivamente los ingresos y gastos de los investigados, su patrimonio y su nivel de vida. Si el último factor no se adecuaba a los primeros, o no podía explicarse en base a éstos, había gato encerrado. De hecho, los dos expertos de Hacienda fueron claves para este caso, al igual que para el juicio que se celebra estos días por blanqueo atribuido presuntamente a Isabel Pantoja, Julián Muñoz y Mayte Zaldívar.

En las diferentes sesiones del caso Malaya se enfrentaron a las preguntas de 95 defensas, y defendieron sus diversas periciales contra viento y marea. Incluso contra expertos prestigiosos contratados por los letrados para desacreditar sus conclusiones.

En cuanto a los dos policías condecorados, se les conoce popularmente como Batman y Robin, una pareja de sabuesos que fue apartada del proceso cuando llegaron a un determinado punto de no retorno.

El propio juez Miguel Ángel Torres los puso bajo su tutela para evitar que se produjeran filtraciones del caso, algo prácticamente imposible, como reflejó el magistrado en uno de sus autos. Éste llegó a decir en un escrito que se metían los datos recabados en los ordenadores por la tarde, precisamente para esquivar los largos tentáculos de Juan Antonio Roca, dadas las conexiones que tenía éste con determinados funcionarios de Justicia.

Al acto asistirán las primeras autoridades judiciales de la provincia, al igual que las policiales. Se espera, incluso, la presencia de otros protagonistas de la investigación. Por cierto, las condecoraciones recibidas por éste en su día levantaron una amplia polémica entre los acusados y los abogados, que llegaron a denunciar el asunto en los dos años que duró el juicio oral de Malaya.