El Ayuntamiento de Málaga ultima la redacción de un nuevo decreto que regulará la actividad de los repartidores en el Centro. Según avanzó el concejal de Movilidad del Consistorio, Raúl López, la intención es unificar la carga y descarga en horario de mañana, suprimiendo el que hasta ahora estaba permitido por las tardes. La nueva norma entrará en vigor «en breve» y pretende mejorar la imagen de las calles del casco histórico, «por interés cultural y turístico», asegura el edil.

La idea es despejar el Centro de camiones. López señala que ha constituido una mesa de trabajo integrada por todas las partes interesadas, en la que también se han sentado los empresarios hosteleros, los comerciantes del Centro, vecinos y transportistas. «Y creo que hemos llegado a acuerdos consensuados que van a ser buenos y beneficiosos para la ciudad, el turismo, el comercio y los vecinos». «Ahora mismo sólo nos quedan flecos», asegura.

La propuesta contempla restringir el horario para que los distribuidores puedan abastecer a los establecimientos del Centro sólo por la mañana, de 7.00 a 11.00 horas, y se suprimiría el horario autorizado por las tardes, y que actualmente permite el reparto de 16.00 a 18.00 horas. Los transportistas consideran que estas cuatro horas son «suficientes» para llevar a cabo el reparto.

Salvador Pérez Muñoz, presidente de la asociación de distribuidores, comparte los motivos que llevan al Ayuntamiento a limitar la carga y descarga a las mañanas. «Hasta ahora empezábamos a las 8.00 y terminábamos a las 11.30 horas, aunque gozábamos de media hora de gracia para salir», explica Pérez Muñoz. «Si lo que se pretende es conseguir una ciudad más despejada de vehículos, nosotros vamos a colaborar», asegura. Reconoce además que, de este modo, los distribuidores verán facilitada su labor, «y nuestros clientes van a tener un buen servicio».

Rafael Prado, presidente de los hosteleros malagueños integrados en la asociación Aehma, considera que desde hace tiempo el Ayuntamiento persigue suprimir el reparto por la tarde, «y que a los bares de copas les vayan dando». Desde su punto de vista, los empresarios de la noche serán los más perjudicados por esta medida, ya que forzosamente tendrán que abrir por la mañana para recepcionar la mercancía. «Estamos hablando muchas veces de pequeños empresarios que tienen en sus establecimientos un espacio muy reducido para su almacenaje», explica Prado, que señala que durante mucho tiempo ha intentado «frenar» esta solución.

Pérez Muñoz considera que los bares de copas no necesitan ser abastecidos todos los días y que sería bastante con ir una o dos veces a la semana. «En Semana Santa y Feria, además, estos horarios serán más flexibles y podrán ampliarse», matiza el presidente de los distribuidores.

López, por su parte, insiste en que la medida pretende, además, «mejorar la operatividad de los distribuidores, para que puedan abastecer mejor a los comercios». Por este motivo, más que establecer unas zonas donde permitir que haya carga y descarga, el Ayuntamiento determinará «dónde no quiere que haya».

La teoría es permitir que se pueda llevar a cabo allí donde no estorbe, es decir, en aquellas calles que, sin ser peatonales, permitan el acceso de los camiones, siempre y cuando no superen las nueve toneladas de peso y los siete metros y medio de largo. «Se entiende que cuanto más cerca pare del destino, antes descargará y se irá», explica Prado. «Se amplía la posibilidad de trabajar en todas las calles además de mantener las zonas colindantes, sobre todo en Cortina del Muelle o Molina Lario, que son las más concurridas por la cercanía al núcleo de bares y restaurantes y no hay cuestas», concluye Pérez.