Enemigos irreconciliables, al menos de cara a los medios, Juan Antonio Roca, exasesor de Urbanismo de Marbella, le echó ayer un capote al exregidor Julián Muñoz, validando parte del dinero recibido por éste en concepto de gratificaciones. Así, el abogado del exalcalde le preguntó al testigo si era cierto que el político recibía 200.000 pesetas -1.2O0 euros- mensuales entre 1995 y 1999 por parte de la sociedad Planeamiento 2000, a lo que el exasesor contestó que sí.

«Es cierto, Muñoz y otros dos ediles, Blanco y Esteban Guzmán, recibían 200.000 pesetas porque había un acuerdo del Consejo de Administración que así me lo exigía», explicó Roca. Un dinero que se sumaba a su sueldo municipal. Y añadió: «Cada sociedad pagaba a dos y tres concejales más de 200.000 pesetas en virtud de un acuerdo plenario, pagos fiscalizados por el Tribunal de Cuentas en 1999».

También expuso que esos acuerdos se los notificaba Jesús Gil bien por teléfono o por escrito. Por cierto, al final de su declaración como testigo, Julián Muñoz se levantó para saludar a Juan Antonio Roca, aunque éste, que iba esposado, no se detuvo porque el presidente del tribunal no permitió el saludo.