El futuro de la EMT está sobre la mesa del Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía, que deberán abordar la definición del transporte urbano en la ciudad una vez que empiece a funcionar el metro de Málaga, cuya primera fase está previsto que entre en servicio a finales de 2013.

El concejal de Movilidad, Raúl López, insistió en que el impacto de los primeros tramos que se abrirán -la «V» formada por las líneas 1 y 2 con el vértice en la estación de Renfe- apenas va a tener impacto en la empresa de autobuses. No obstante, insistió en que deben conocer la frecuencia, tiempos de espera, precio del billete y una serie de cuestiones que permitan adaptar el servicio de la EMT «para complementar al metro». «No es cuestión de quitar líneas de la EMT para que discurra el metro», sino complementar ambos servicios «para que ambos medios de transporte ganen usuarios».

El responsable de Movilidad considera que la actividad de estos dos servicios de transporte no debe ser de competencia ni se debe buscar «trasvasar viajeros de la EMT al metro, sino conseguir que los que aún utilizan el transporte privado incorporen el metro o el autobús».

Sobre el futuro de la plantilla, Raúl López fue tajante y aseguró la continuidad de todos los trabajadores: «En la EMT no hay ningún problema, es totalmente estable y asegura el cien por cien de su plantilla», ante el temor de que la entrada en servicio del metro suponga un recorte de líneas.