Unicaja y Ceiss -el banco propiedad de Caja España-Duero- confían en finalizar, en breve plazo, la articulación de un proyecto para la integración de ambas entidades, aunque desde luego ya no será con el acuerdo de fusión que tenían negociado desde el pasado año y que tanto trabajo costó renegociar en marzo para adaptarlo a la reforma financiera. El rescate europeo al sector bancario español y la aprobación del plan de recapitalización de Ceiss por parte de Bruselas han sido la puntilla a un protocolo que, según venía comentado en los últimos meses el presidente de Unicaja, Braulio Medel, necesitaba ser redefinido para adaptarlo a las nuevas circustancias. Exactamente esa filosofía fue la expresada ayer tanto por Unicaja como por Ceiss en el comunicado conjunto que emitieron justo después de la celebración de sus respectivos consejos de administración, en los que analizaron el futuro del proceso.

«El Memorándum de Entendimiento (MoU) y el Real Decreto-ley 24/2012 determinaron la configuración de un nuevo marco para la reestructuración del sistema financiero español. Por ello, y como se ha venido reiterando, el pacto de integración Ceiss/Unicaja necesitaba su redefinición para adaptarse a este nuevo marco», afirmaron ambas entidades, que añadieron que el plan de reestructuración aprobado por la CE para el banco castellanoleonés «deja sin efecto» el acuerdo de integración en los términos recogidos en su momento.

No obstante, Ceiss y Unicaja mostraron su confianza en «finalizar, en breve plazo, la articulación de un proyecto de integración adaptado a las nuevas exigencias, y que cumpla con los requisitos necesarios para su aprobación».

Ahora sobre la mesa se abren diversos escenarios. El más óptimo para Unicaja pasa por cerrar el acuerdo de fusión con Ceiss antes de que ésta reciba los 604 millones de euros de ayuda europea, algo para lo que tiene de plazo en torno a mes y medio, según confirmaron a este periódico fuentes financieras. De no hacerlo, Ceiss saldría a subasta y Unicaja, para adquirirla, tendría que competir con el resto de interesados.

Fuentes de Ceiss explicaron ayer a Efe en León que, desde ahora y hasta que la entidad financiera reciba los 604 millones de euros, previsiblemente en febrero, se abre un periodo en el que un tercero puede aportar este capital, que puede ser Unicaja u otra entidad.

El plan aprobado por Bruselas está en línea con lo esperado por la entidad financiera andaluza, según afirmaron el jueves fuentes de Unicaja. En virtud del mismo, Ceiss prevé el cierre de 260 sucursales y el despido de 1.500 personas. También tendrá que reducir su tamaño en un 30% para ser viable. Ceiss ya ha hecho una transferencia de activos tóxicos inmobiliarios al «banco malo» Sareb) por importe de 717 millones de euros.