«Que se quede la obra en la plaza de Manuel Alcántara y cuando haya dinero, se sigue». Así de contundente fue el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, sobre la continuidad de la obra del metro de la ciudad y ante la posibilidad de que discurra en superficie su último tramo. El regidor rechazó que haya que aceptar esa opción por dificultades presupuestarias e insistió en que debe continuar soterrado.

De la Torre aseveró que el último tramo del metro (Guadalmedina-Malagueta) no se tiene por qué iniciar si hay dificultades presupuestarias para asumir el presupuesto estimado, que ronda los 200 millones de euros. Así, el regidor hizo hincapié en que «si hay crisis, los ritmos serán distintos» y, ante esta situación, «nunca he exigido que se cumpla el calendario tal cual». No obstante, recalcó que si la Junta tiene dinero para llevar el metro en superficie hasta El Palo, puede destinar este dinero para que vaya soterrado hasta La Malagueta como estaba previsto.

«Puedo ser comprensivo con el calendario, pero no con cambiar las reglas de juego», advirtió el alcalde, quien calificó de «frivolidad» el cambio de criterio de la Consejería de Fomento al apostar por el trazado en superficie y descartar el soterrado que estaba acordado.

«Estamos en un país serio y no se puede cambiar un proyecto porque ha cambiado el color político de la Consejería, ya que es un tema al que gente muy seria le ha dedicado muchísimas horas», aclaró.