Los vecinos de la barriada malagueña de Los Asperones viven este año el 25 aniversario de su creación tras las inundaciones de 1987 y lo hacen, precisamente, a la sombra de otra riada, la de este pasado mes de noviembre que ocasionó grandes daños en el barrio y que les ha obligado a buscar nuevas fórmulas para hacerles frente.

Así, el próximo viernes 28 se celebrará un concierto benéfico, 'Comparte con arte', organizado por voluntarios de Misioneros de la Esperanza (MIES) en el que participarán diversos grupos cristianos para recaudar dinero que irá destinado a arreglar el local que esta entidad y Cáritas utilizan para diversas actividades en el barrio y que se encuentra afectado por las fuertes lluvias del pasado 17 de noviembre.

El concierto comenzará a las 20.30 horas y tendrá lugar en la parroquia Santa Ana y San Joaquín, situada en el barrio de Nueva Málaga. En 'Comparte con arte' participarán Almudena, 'En la Tierra', 'Ixcis', 'Unai Quirós' y Valverde. El donativo voluntario es de un euro.

Los Asperones se levantó para albergar vecinos procedentes de antiguos núcleos chabolistas como Estación del Perro, Puente de los Morenos y Portada Alta, así como a familias desalojadas de corralones de las calles Martínez Maldonado y Castilla, afectados por las inundaciones de 1987.

El traslado "era provisional, de unos cinco años pero ya llevan 25 en una barriada que no tiene las condiciones óptimas para pasar tanto tiempo", ha señalado a Europa Press uno de los educadores sociales que trabaja en el barrio para Cáritas, Jesús Juárez.

"En 2007 se inició un proyecto que haría que en 2013 todas las 260 familias del barrio estuvieran realojadas pero hasta el momento tan sólo ha salido alrededor de una treintena", ha precisado Juárez.

Por su parte, una vecina de Los Asperones que lleva allí desde los inicios, Dolores Rodríguez, ha destacado que las casas en las que viven "están hechas para pasar cinco años, no los 25 que ya llevamos". "Las personas que tengan para arreglar la casa de vez en cuando lo llevan mejor, pero los que no tenemos ni para hacer una pequeña reforma lo llevamos fatal, porque las casas son de cartón".

Así, ha señalado que lo peor de estar durante 25 años en el barrio "son los niños, porque no queremos que ellos vivan lo que nosotros hemos vivido".

Diversos familiares de Dolores ocupaban algunas de las seis viviendas afectadas gravemente por las lluvias del pasado noviembre. Personas que ha visto como han vuelto a perder sus casas de nuevo por el mismo motivo por el que las perdieron hace ya un cuarto de siglo, las fuertes lluvias.

"Las casas son de cartón y por mucho que se arreglen, no pueden seguir viviendo allí", ha precisado Dolores, quien ha declarado que "lo normal es que con esta situación se hubiera acelerado el proceso de desmantelamiento", haciendo referencia a la salida de familias de el barrio que estaba previsto para 2013 y que actualmente se encuentra paralizado.