El embajador ruso en Madrid, Yuri Korchagin, está convencido de que si el Gobierno facilita la residencia en España a los compradores de vivienda se abrirá el camino para que sus compatriotas adquieran más inmuebles en el país, con lo que se ayudaría a reducir el stock acumulado sin vender.

«Claro que tendrán más oportunidades, indudablemente», afirma en una entrevista con Efe al comentar la posibilidad de que se reforme la ley de extranjería para otorgar el permiso de residencia a quienes compren una vivienda por importe superior a 160.000 euros. La oferta, reconoce el embajador, es atractiva, porque el ruso que dispone de recursos para comprar una casa en España, «recursos indudablemente legales», se encuentra con el «obstáculo» del visado, que obtiene sólo para un periodo determinado de tiempo.

Las autoridades rusas están tratando de resolver este problema con las españolas y las de otros países europeos, y se estudia la posibilidad de suprimir los visados o de facilitarlos para viajes de turismo, pero es complicado lograr el acuerdo de todos los países de la zona Schengen, que comparten la política de fronteras.

En este contexto, la idea española, ya vigente en otros Estados, podría animar a los ciudadanos rusos, que, aunque «han descubierto» España recientemente, la han convertido ya en su segundo destino turístico en el extranjero, después de Turquía.

En octubre se llegó al millón de turistas rusos en España, donde residen cerca de 60.0000, y la cifra, asegura Korchagin, se superará con creces a final de año. Según los últimos datos oficiales, el año pasado los ciudadanos rusos adquirieron 1.645 viviendas en España, el 7,68 por ciento de las adquiridas por extranjeros, y se situaron tras británicos, franceses y alemanes, eligiendo fundamentalmente la Costa Brava, Levante y la Costa del Sol. El perfil del comprador, según el embajador, es una persona de clase media que adquiere una segunda residencia o «casa de verano».

Las autoridades de las españolas donde se concentran, que el embajador visita a menudo, le transmiten que están «muy contentas» con sus nuevos vecinos, «gente tranquila y educada».

La inversión de una potencia económica como Rusia en España es todavía reducida y el sector inmobiliario es, de hecho, uno de los principales destinos de los fondos privados. «Todavía no es el sector productivo donde viene la inversión rusa, por eso una de las tareas de ambas partes es diversificar el capital que viene para invertirse acá», apunta Korchagin, consciente de las dificultades que atraviesa España tras ocho meses al frente de la embajada.