­La norma del Gobierno de ampliar semanalmente el horario semanal a los empleados públicos a 37,5 horas ha sumido al sector médico en una guerra abierta con el Servicio Andaluz de Salud (SAS). No critican la ampliación, sino la aplicación. El Sindicato Médico convocó una huelga el 23 de octubre que fue secundada por el 80%, aunque la Junta lo redujo al 22% en la provincia.

Entre los motivos, la aplicación «torticera» de las horas, que hace que dejen de cobrar las extraordinarias, la reducción de los contratos eventuales al 75%, la bajada de sueldos, que denuncian ha sido de un 30% en los últimos meses, y la falta de contratación y sustituciones.

Por otra parte, el colectivo de médicos residentes se puso en huelga indefinida el 19 de octubre. Esta duró 16 días y de momento se encuentra en situación de suspensión porque están negociando con el SAS las condiciones laborales y de formación. En Málaga, el seguimiento fue progresivo hasta llegar al 85%, lo que en los primeros días aumentó los tiempos de espera en las urgencias, canceló consultas e incluso retrasó algunas operaciones quirúrgicas programadas. El colectivo denuncia no tener perspectivas laborales y que no se les contabilicen las horas de formación e investigación.