Con 74 años, y 30 a sus espaldas como misionero en Uganda y Mozambique, el sacerdote Jesús Zubiría nos recibe en la delegación de Manos Unidas, con motivo de la celebración del ayuno solidario y narra como es la situación en el continente más pobre del mundo y cual es su visión de la actualidad española, lugar al que ha regresado a vivir hace dos años.

¿Cómo decidió ser misionero?

Antes de ser misionero yo ya había decidido ser sacerdote. Una de las cuestiones que nos planteábamos era si vas a ser sacerdote, dónde hacen falta. Para muchos, América Latina era la opción natural por la lengua y parte de la cultura pero en aquel momento, los años 60, eran los años de la independencia de África y el futuro del mundo en parte dependería de si África iba con el bloque capitalista o el comunista y esa era una de las razones. A ello se suma que era el continente más pobre del mundo y lo pensé bien, me informé sobre diferentes posibilidades y escogí los Padres Blancos Misioneros de África porque solo trabajan allí. Yo sabía que mi futuro estaba en África.

¿Qué es lo que más le ha impactado durante todos estos años?

Muchas cosas pero sobre todo la gente con la que has trabajado, africanos que te han ayudado a adaptarte, la acogida y la manera en la que me han tratado. Una anécdota que recuerdo fue hace cuatro años en Sudáfrica que fui a un cursillo y un día fuimos a una granja de avestruces y el guía me dijo «usted es el padre Jesús». Estaba a 2.000 kilómetros de donde yo trabajaba y vivía y no recordaba a ese hombre. Al final del día me contó que le ayudé como intérprete al ser detenido en Mozambique por la policía y logré que pasara de Kenia a Sudáfrica. También le di unos pantalones, una camisa y unos zapatos. La conclusión de esto es que a veces hacemos cosas que tienen poca importancia pero esa persona la recordará toda su vida.

¿Cuáles son los problemas de la sociedad africana?

El problema principal es el subdesarrollo, la pobreza en todos los campos. En la salud, la alimentación, el hambre, estructuras medios de comunicación, para mí es eso, pobreza y subdesarrollo. También hay otros problemas de carácter político. En África hay una tendencia muy fuerte hacia la dictadura, es un poco la idea tradicional de la autoridad y no se discute. La persona mayor lleva la razón diga lo que diga, es un poco la mentalidad, simplificando. En lo social es muy fuerte el sentimiento de familia y tribu y eso en la cultura tradicional prácticamente todo está permitido para ayudar a tu familia. Aunque todo esto va cambiando para mejor y yo soy optimista sobre el futuro de África.

¿Qué similitudes encuentra entre África y España?

Allí la gente es muy abierta y cordial y es algo muy común entre la gente de países como España. Tanto aquí como allí no se toman las cosas demasiado en serio, un poco de fatalismo en el sentido de que se piensa que las cosas son así, no van a cambiar, así que aprovecha y vive lo mejor que puedas.

¿Cuál es la situación respecto a la ablación genital femenina?

En Uganda y Mozambique, que son los países en los que yo he trabajado, no digo que no exista pero yo no he conocido ningún caso. Aún así, hay partes de África del Este donde es bastante frecuente. En los países donde yo he estado no era un problema serio pero habría casos, lo que si era más común era la circuncisión de hombres pero depende de las tribus. África, en general, es el continente donde más casos hay de mutilación genital. En la campaña de Manos Unidas por la Igualdad de Género éste será también un tema importante a tratar.

¿Qué significa en algunos países ser mujer?

En los países occidentales es menor pero están en una situación desfavorecida. Puede ser mucho o poco pero están en una situación que, si quieres, llámale de inferioridad y de no igualdad. Refiriéndome a África la desigualdad es todavía mayor pero se ha mejorado la situación de la mujer no solo por parte de las organizaciones no gubernamentales, sino por los gobiernos. Hay una conciencia de que eso no es normal.

¿Cuáles son las enfermedades más extendidas en África?

La más extendida es la malaria en número de personas afectadas, pero en número de muertos, no. Yo he tenido la malaria como 30 veces y lo pasas mal unos días pero tomas los medicamentos y se acabó. La enfermedad que más mata es el sida, el porcentaje de seropositivo cambia mucho de zona. La peor es el África por debajo del Sáhara e incluso el ecuador y la zona donde yo estaba es lo peor de África y prácticamente del mundo. Yo preguntaba cuando tenía clases y hablaba de esto que si alguien no conocía a alguien que hubiera muerto de sida que levantara la mano. Nunca conseguí que alguien lo hiciera. Es un problema serio pero con los antiretrovirales se puede continuar con una vida casi normal.

¿Cómo ve en España la situación en materia sanitaria?

Es un abismo comparado con África. Yo llevo dos años aquí pero para mí, y por mi experiencia en África, cuando veo el trato que me dan, pienso aquí la gente de qué se queja, aunque comprendo a la gente de aquí. Han tenido mejor trato y más barato y eso duele pero yo nunca viví esa situación. Salí en los 60 y la situación era un abismo comparado con ahora. Entiendo lo que la gente piensa pero una de las cosas buenas es que aprendes a apreciar las cosas. Se aprende a vivir con más sencillez.

España está alcanzando cifras remotas en pobreza.

Te choca y te impacta porque aquí hay medios. Los recursos existen y hay para todos. ¿Cuánta comida se tira? Y hay gente que pasa hambre. El problema aquí es que no hay una justa distribución de recursos y están ahí. Creo que es el problema principal. En países de abundancia que la gente pase hambre o que le falten cuidados básicos... Eso te choca y te hace revolverte.

Por último, ¿cómo afronta esta nueva etapa?

Con 74 años. ¿cuánto tiempo es el futuro? Haré lo que pueda y viviré lo mejor que pueda como persona, misionero y sacerdote.