La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a once años de cárcel a un hombre de origen polaco por violar a su novia, con la que convivía, y darle durante la agresión una fuerte paliza. Además, ha sido sentenciado a diez años de alejamiento y a indemnizar a la víctima en 15.000 euros.

Los hechos ocurrieron el 15 de diciembre de 2010 en el domicilio que ambos compartían en Vélez Málaga. El acusado y la víctima tenían una relación desde hacía ocho meses y ya estaban conviviendo. A las dos de la madrugada del día de autos, el procesado le propuso a la mujer mantener relaciones sexuales, a lo que ella se negó.

«Una vez manifestada la negativa, se inició una fuerte discusión en la que el acusado arremetió contra ella, y la cogió fuertemente del brazo, para propinarle luego varios golpes y agarrarla por la espalda. Seguidamente, la rodeó con su brazo fuertemente el cuello, tratando de someterla físicamente al objeto de satisfacer su impulso sexual», asegura la Sección Octava en el apartado de hechos probados de la sentencia, a la que tuvo acceso La Opinión de Málaga en exclusiva.

Luego, el encausado echó a la mujer en la cama, por lo que ésta le dijo que iba a llamar a la policía. De hecho, llegó a coger el teléfono, pero el acusado, según el tribunal, tiró el aparato al suelo y lo rompió.

Luego, la perjudicada se encerró en el cuarto de baño, «entrando el procesado de una patada en la puerta, y, con ánimo de atentar contra su integridad física, le propinó un guantazo en la cara, empleando una gran violencia sobre su pareja para sacarla de allí», aclara la Sala.

Una vez en el dormitorio, la tiró sobre la cama y, con ánimo de amedrentarla, «le exhibió un cuchillo». Llegó a decirle que «la iba a matar y después se mataría él» si no accedía a sus deseos, «logrando ella en un forcejeo quitarle el cuchillo y tirarlo al suelo, pidiéndole el procesado hacer el amor por las buenas o por las malas», asegura la Audiencia.

El encausado la tumbó en la cama, la cogió por los brazos y las piernas «sin dejar de tocarla», para acabar violándola pese a la fuerte oposición de ella, siempre según la Audiencia Provincial. Como consecuencia de la agresión, la mujer sufrió múltiples heridas de escasa gravedad que sanaron a los siete días.

Pena

El procesado es sentenciado a diez años de cárcel por un delito de agresión sexual y a indemnizar en 15.000 euros a su expareja por los daños causados, y a otro ejercicio más de privación de libertad por un delito de maltrato. Asimismo, no podrá acercarse a su exnovia ni comunicarse con ella durante una década.