El Defensor del Paciente de Málaga ha presentado una reclamación patrimonial ante el Servicio Andaluz de Salud (SAS) a causa de la caída de una recién nacida en el paritorio en el que nació en el Hospital Clínico de Málaga.

Los padres han denunciado ante Damián Vázquez el accidente, que tuvo lugar el 16 de enero, y en el que su pequeña se hizo una fisura en el cráneo y hematomas de consideración al nacer. Según la madre, durante el momento del parto, una matrona la ayudaba a expulsar al bebé mediante presión cuando, con medio cuerpo fuera, la ginecóloga que la atendía se dio la vuelta sin tener tiempo a reaccionar y coger al bebé, que cayó al suelo de cabeza. La caída le causó una rotura de cordón umbilical y una herida en la cabeza, por lo que la pequeña tuvo que ser ingresada en la UCI neonatal del Hospital Materno Infantil de la capital. A causa del accidente, la madre sufrió una crisis nerviosa y desde entonces se encuentra gravemente afectada, puesto que los expertos aún no han sabido determinar si la niña tendrá secuelas conforme se desarrolle.

Según la reclamación, a la que ha tenido acceso La Opinión de Málaga, «en este caso ha existido una descoordinación en el personal sanitario que atendía dicho parto, y que ha derivado en que el bebé cayera al suelo, cuestión que no se puede permitir en este tipo de situaciones». La niña estuvo ingresada un total de 16 días en el centro sanitario,y según el escrito, necesitó de asistencias «continuas» como transfusión de hematíes y plaquetas. Así, destaca que si los profesionales hubiesen estado «en todo momento» prestando la atención debida y requerida, la pequeña no hubiese caído al suelo, por lo que hubiese sido dada de alta junto a su madre a los dos días de su nacimiento.

«Por tanto, creemos firmemente que la obligatoriedad del facultativo reside en prestar la máxima atención a la actividad que esté realizando, ya que tiene en sus manos la salud de las personas, y que un simple descuido puede tener consecuencias gravísimas». Por ello, el Defensor del Paciente destaca que se ha incurrido en un daño moral desproporcionado por la incertidumbre, la afectación emocional y de su calidad de vida y que deriva de un «error yatrógeno de estrategia y planificación en el medio sanitario en el que depositó sus esperanzas».

Por su parte, la Defensora del Paciente a nivel nacional, Carmen Flores, mostró ayer su desagrado por el accidente. «Es un caso surrealista, estamos llegando a un punto en que casi no nos creemos lo que pasa», dijo, al tiempo que pidió la apertura de un expediente sancionador a la ginecóloga que atendió el parto y que se le aparte un tiempo de sus funciones.

Fuentes del Hospital Clínico de Málaga señalaron no tener constancia de que se haya producido una denuncia al respecto y dijeron que si llegara a interponerse se pondrán a disposición de la autoridad judicial.