El cáncer de mama es el tumor más frecuente en la mujer. De hecho, la provincia de Málaga cuenta cada año con 700 nuevos casos detectados, con una curación y unas perspectivas de éxito cada vez más altas.

Sin embargo, esta enfermedad, que cada vez cuenta con más expertos e investigaciones en el asunto, aún necesita más estudios que determinen en qué momento de la vida de la paciente surge y cómo detectarla antes de que se convierta en grave.

Este asunto y otros se debatirán hoy en una jornada en el Museo de Automóviles, a la asistirán alrededor de 200 oncólogos de todo el país para debatir el tratamiento de las pacientes con cáncer de mama organizado por la compañía biofarmaceútica Celgene.

El doctor Emilio Alba, del Hospital Clínico y expresidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y ponente de la jornada, explicó ayer que la incidencia del cáncer en general aumenta cada año un 1%, aunque la cifra de mortalidad disminuye en un 2%.

Según el oncólogo, el aumento leve de la incidencia se debe a dos causas. Una primera, que tiene que ver con los diagnósticos, cada vez más precoces ayudados por los avances científicos. La segunda, afirma, es consecuencia del envejecimiento de la población.

«Está relacionado con el envejecimiento de la población, ya que el cáncer se da a todas las edades, pero más en personas mayores. Por eso cada vez hay más tumores», afirma.

Así, el doctor Alba señala que en la actualidad las cifras se han consolidado a causa de la investigación y los diagnósticos precoces. Han mejorado, según dice, a nivel de tratamiento, por la cirugía, la radioterapia y los farmacología.

De este modo, señala que todas estas causas han disminuido la mortalidad, aunque considera que a ello hay que añadir que se ha detectado que el cáncer de mama está compuesto en realidad por un grupo de enfermedades diferentes, todas ellas con tratamientos distinto.

«Se han descubierto distintos tipos aplicando técnicas de biología molecular. Se ha visto que con estas técnicas se pueden identificar bien», relata el oncólogo, que explica que la sesión de expertos versará precisamente sobre estas nuevas técnicas por detección por biología molecular.

El cáncer de mama suele ser de los tipos luminal, triple negativo y el HER2+. El luminal es el que tiene más incidencia, el más usual en mujeres posmenopáusicas con edades comprendidas entre los 50 y los 60 años. «Los otros son más agresivos y se dan a edades más tempranas», explica.

La edad media de diagnóstico del cáncer de mama es de 62 años. Según el doctor Alba, un tumor se fragua durante 20 o 30 años hasta que es detectado en una prueba convencional. «Al final, lo que nos encontramos es la punta del iceberg», apunta.

El oncólogo señala que las células tumorales suelen producirse antes del primer embarazo de la mujer. «Hay que tener en cuenta que un centímetro de tumor son aproximadamente mil millones de células. Ocurren muchas cosas y pasan muchos años». Sobre la posibilidad de que se logre una detección temprana que «recorte» años a la vida del tumor, el médico cree que «seguramente» el futuro está encaminado a que se encuentre en edades más tempranas. «Las técnicas de biología molecular son precisamente para eso, para encontrar cada vez un menor número de células, pero esto es aún una promesa», destaca.

Por eso, el oncólogo asegura que el futuro está encaminado a una detección precoz para determinar tratamientos más dirigidos y personalizados y conseguir una mortalidad mínima o cero. «Esto es muy difícil, pero la idea es ir ganándole tiempo y espacio al cáncer».

Y es que pese a las altas cifras de detección de cáncer, el oncólogo recuerda que hay que afrontar esta enfermedad con esperanza y optimismo, ya que recuerda que el porcentaje de éxitos en mama es de entre un 75 y un 80% de curación. «Otros tumores tienen mucho peor diagnóstico, esta batalla se gana en muchísimas ocasiones», subraya.

De hecho, no hay más que ver los datos de un estudio publicado por la SEOM, que afirma que España presenta una de las mejores cifras de mortalidad: 11,8 de cada 100.000 mujeres con tumores en el pecho. «Estamos en la media occidental y de Norteamérica. Las cifras han mejorado y están estandarizadas», concluye.