Unos quinientos trabajadores reunidos esta mañana en las instalaciones de Limasa han acordado por unanimidad convocar una huelga en la recogida de basuras en Málaga capital a partir del 22 de marzo, Viernes de Dolores, a las 6 de la mañana. Los trabajadores, tras escuchar los argumentos del comité de empresa, votaron a favor de realizar los paros al entender que la empresa ha incumplido los acuerdos que se firmaron hace un año para, precisamente, evitar a última hora otra huelga de limpieza.

El comité de empresa asegura que la dirección no ha cumplido el 90 por ciento de lo firmado hace un año, frente al "esfuerzo" de la plantilla, "al dejar de ganar unos 2.800 euros anuales".

Frente a esto, desde la dirección de Limasa defienden que la empresa ha cumplido lo estipulado en el acuerdo suscrito en febrero de 2012 ante el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla), a excepción de lo concerniente a la paga de enero.

Limasa, este acuerdo recoge que la cantidad abonada el año pasado era un pago único y no uno a consolidar en siguientes ejercicios como defiende el comité de empresa, por lo que no corresponde su abono en enero de 2013.

Sólo este punto supone una diferencia de 1,1 millones de euros respecto a las previsiones presupuestarias que maneja Limasa para 2013, año en el que se tiene que ajustar a una disminución de seis millones al haber bajado la aportación de capital realizada por el Ayuntamiento de Málaga --el 49 por ciento del accionario es municipal y el 51 por ciento restante de los socios privados--.

Entre algunos de los puntos más polémicos, se encuentra la supresión de los artículos del convenio que permiten desde 1989 que el puesto que un empleado deja por incapacidad, jubilación anticipada o fallecimiento pueda ser ocupado por un familiar.

Pese al acuerdo unánime de la Corporación municipal para poner fin a estas cláusulas, los trabajadores se oponen y defienden que "lo firmado en el Sercla en 2012 es inamovible y ya se verá en la negociación de 2013". "Nosotros firmamos lo que firmamos y ahora la empresa le da la interpretación que le interesa", ha subrayado el representante sindical.

Por otra parte, dirección y trabajadores están a la espera del laudo de obligado cumplimiento que ha de dictar el árbitro designado por el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL) de la Junta, Jesús Cruz Villalón, en relación con el conflicto concreto surgido a raíz de la pretensión de la empresa de cambiar, al margen del convenio, los descansos y las vacaciones de los empleados fijos para minimizar las contrataciones de eventuales, con el consiguiente ahorro económico que ello conllevaría.

Este pasado viernes tuvo lugar la segunda reunión a la que estaban citadas ambas partes por parte del catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Tras hacerse patente el distanciamiento entre dirección y trabajadores, el árbitro dictará su laudo, teniendo como plazo máximo para ello el 15 de marzo.