Esta misma semana, la Guardia Civil anunciaba la detención de tres menores por su presunta pertenencia a una banda que asaltaba viviendas en Alhaurín de la Torre. Según los investigadores, el modus operandi consistía en entrar en los chalés a plena luz del día y tras comprobar que los moradores no estaban dentro tocando el timbre y realizando labores de vigilancia. Si ninguna ventana estaba abierta, la forzaban. Dos días después se supo que tres personas, una también menor, eran detenidas como responsables de al menos seis robos en casas de verano de la Axarquía a las que accedían tras vigilancias previas y ayer la Policía Nacional informaba del arresto de tres personas por robos con fuerza en domicilios de Málaga.

Estas maneras de actuar ilustran a la perfección los asaltos en domicilios, un delito en auge en toda la provincia con un incremento del 21% durante el año pasado. Sobre todo en el interior, ya que en los municipios en los que tiene competencia la Policía Nacional (Málaga, Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola, Marbella, Estepona, Vélez Málaga, Ronda y Antequera) estos delitos han descendido un 8%.

Cuando un veterano inspector jefe de la Comisaría Provincial de Málaga habla de modus operandi diferencia entre los que se cometen con o sin moradores dentro. Los primeros son los denominados robos con fuerza a través de las puertas o ventanas, «el típico leñazo con palanqueta», el clásico resbalón o el uso de llaves maestras. Los segundos son los robos con intimidación y/o violencia, los más temidos aunque menos comunes. En zonas urbanas, el agente destaca cómo los robos con fuerza en domicilios suelen cometerse en bloques de pisos de clase media, a ser posible sin presencia de portero y, por tanto, sin mucho control de entrada y salida. Y si el edificio combina viviendas y oficinas, mejor, ya que garantiza más movimiento de personas que entran y salen del edificio para camuflarse. «Buscan horarios de trabajo de mañana y tarde, cuando los propietarios están trabajando, y la búsqueda del piso es tan sencilla como llamar a la puerta y ver si hay alguien dentro o no», dice el agente, que añade que si no hay movimiento, llega el turno de la palanqueta, de la llave maestra o del resbalón con una radiografía.

Una vez dentro, las zonas de acción son el salón y el dormitorio principal, donde se supone que pueden encontrar su botín: «Joyas y algo de dinero, eso es lo que buscan», subraya el investigador por motivos de operatividad. Diferente es el caso en segundas residencias y las zonas rurales, donde la Guardia Civil lo tiene mucho más complicado por la superficie a cubrir y porque, según el agente, la presión policial en las grandes ciudades empuja a los ladrones al medio rural. «Hay miles de viviendas vacías de lunes a viernes, y eso les permite robar con más tranquilidad los objetos de valor que encuentren, los electrodomésticos y las herramientas propias del campo», abunda el agente.

De los asaltos a viviendas, los que más alarma social crean son los que se producen con moradores dentro. Son los menos comunes, pero los más peligrosos. Según el experto, esta opción la asumen grupos organizados en los que hay una estructura y una jerarquía y que normalmente actúan tras conseguir un información previa sobre la vivienda o sus propietarios, a los que no dudan en amedrentar o agredir para conseguir sus objetivos.

ConsejosCerrar siempre la cerradura con la llave, «que para esto está»

En su página web, la Guardia Civil ofrece numerosos consejos para evitar los robos en viviendas. Algunos de ellos parecen obvios, pero según la policía los ciudadanos los pasan por alto. Como comprobar que las puertas y ventanas están bien cerradas cerrar la puerta con la cerradura, «que para eso está». En caso de no tener una puerta blindada, sería conveniente al menos dos puntos de cierre y que nunca exista hueco entre la puerta y el suelo. No está de más reforzar las bisagras con pivotes de acero y ángulos metálicos que impidan apalancar la puerta.

DisuasiónUna buena iluminación o la presencia de un perro siempre tienen su efecto

Las mirillas panorámicas también son aconsejables, mientras que la posibilidad de instalar dispositivos electrónicos de alarma es una opción que conviene al menos valorar. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad recomiendan no dejar nunca las llaves escondidas en el buzón, macetas o caja de contadores, ya que pueden ser localizadas con relativa facilidad por los ladrones. Tampoco es recomendable dejar las persianas completamente cerradas, ya es un signo evidente de ausencia. Si vive fuera del casco urbano, un buen alumbrado exterior y un perro adiestrado son buenas medidas de disuasión.

PrevenciónFotografiar números de serie de electrodomésticos y joyas

Si no cuenta con medidas expresas de seguridad, dormir con las ventanas abiertas no es aconsejable. Al contrario que dejar ropa tendida y visible cuando las ausencias no sean demasiado prolongadas. Tampoco es conveniente desconectar totalmente la electricidad, ya que el timbre de la puerta desconectado es un claro indicio de ausencia. No dejar dinero, joyas ni objetos valiosos en el domicilio ni en terrazas sin cerramiento y, como medida preventiva, es importante anotar el número de serie de los electrodomésticos, aparatos de electrónica, así como fotografiar joyas y objetos de gran valor.

@opiniondemalaga