Vivir como quien dice en plena Naturaleza tiene sus pegas, sobre todo si el entorno, lo que depara, son mosquitos, ratas y serpientes, además de serios problemas de seguridad vial.

Esto son algunos de los problemas que soportan los vecinos de la urbanización El Roquero, en Campanillas, y que desde hace años denuncia la asociación de vecinos del barrio.

«Aquí hay ratas, mosquitos y toda clase de bichos», resume Ricardo Fombuena, dirigente vecinal que vive junto a la calle Fausto, paralela al arroyo de la Rebanadilla.

«Tiene que haber un convenio entre la Junta y el Ayuntamiento sobre arroyos porque esto lleva dos años sin limpiarse y se pasan la pelota unos a otros», recalca.

En esta ocasión, la asociación de vecinos llama la atención sobre los cerca de 400 metros sin acera de la calle Fausto, precisamente junto al arroyo, a partir de la piscina de Campanillas. Tan solo un pequeño bordillo, que se empieza a tambalear, separa la carretera del desnivel de más de un metro que forma un arroyo que muchos vecinos quisieran ver embovedado.

Carmela Fernández, presidenta de la asociación de vecinos de Campanillas, alerta del peligro en una calle tan transitada como la calle Fausto: «El autobús del instituto de Campanillas que está también en esta calle, tiene que pasar por aquí porque necesita ir hasta el final para dar la vuelta y aquí falta seguridad», indica.

A la vez, señala que el mismo problema tienen muchos padres que acuden en coche a recoger a sus hijos.

A este respecto, y mientras recalca el peligro del desnivel, comenta que la asociación ha propuesto que, para evitar que el autobús escolar recorra este tramo, pueda acortar dando la vuelta a la altura de la calle Smetana, junto al instituto, aunque para eso hay que cortar un árbol que está justo en esa esquina.

«Nosotros lo propusimos y el instituto estaba de acuerdo para que así los coches pudieran dar la vuelta pero a las propuestas coherentes no nos hacen caso», critica la presidenta.

En agosto de 2010 la sección Línea Directa de La Opinión ya se hizo eco de los problemas vecinales con el arroyo de la Rebanadilla. En esa ocasión el responsable de la comunidad de vecinos de El Roquero, Pablo Díaz, destacaba: «El arroyo es un peligro para los niños y además esto está con basura y ratas y luego aparecen garrapatas».

Carmela Fernández, por último, volvió a pedir al alcalde, Francisco de la Torre, que recorra el barrio en compañía de la asociación de vecinos, «algo que no ha ocurrido en los años que lleva de alcalde».

Por su parte el concejal de Campanillas, Luis Verde, informó de que esta misma semana, el Ayuntamiento está limpiando el arroyo con vistas a levantar un «muro escollera» que refuerce la seguridad de la calle. El concejal criticó «la incompetencia de la Junta» porque «en teoría y en la práctica esto le tocaba hacerlo a la Junta y cuando terminen las obras le pasaremos la factura».

@alfonsvazquez