Un ´Informe sobre la Situación de la Depuración de las Aguas Residuales´ en Málaga realizado por la Comisión de Estudio de la Demarcación de Andalucía, Ceuta y Melilla del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos (CICCP) advierte de que el Gobierno andaluz ha recaudado en la provincia en torno a 28´5 millones de euros entre 2011 y 2012 a través del cobro de un ´plus´ a los ciudadanos cada mes en su factura del agua, denominado ´Canon Autonómico´, para financiar obras de saneamiento y depuración que no se han ejecutado.

El Canon Autonómico o canon de mejora de infraestructuras hidráulicas de interés de la Comunidad se estableció en la Ley de Aguas de Andalucía 9/2010 de 30 de julio, con carácter finalista, para financiar un programa de 300 obras de infraestructuras de depuración y saneamiento, 47 de ellas en Málaga, con un coste de 393 millones -que están detalladas en el informe anexo-, con las que cumplir la Directiva Europea (Directiva Marco del Agua de diciembre de 2000), que obliga a que todas las aguas de Andalucía estén depuradas a partir de 2015. Sin embargo, pese a contar con este colchón financiero y la previsión de recaudar en total 86´2 millones hasta 2015 (16´9 millones en 2013 - 19´2 millones en 2014 - 21´6 en 2015), el Gobierno andaluz no ha comenzado ninguna y sólo ha licitado o adjudicado cinco.

El informe confirma que el 84% de la población de la provincia de Málaga cuenta con infraestructura de depuración, concentrada principalmente en los grandes núcleos de la Costa, pero esto no significa que depuren la totalidad de sus aguas residuales o que alcancen los requisitos de calidad exigidos por la Comisión Europea. De los 101 municipios, 42 no tiene Estación Depuradora (EDAR) en ninguno de sus núcleos de población, siendo el Interior la zona más afectada. Además, de las 54 EDARs de la provincia, 41 presentan alguna deficiencia, funcionan mal o no funcionan. Existen 7 EDAR abandonadas y fuera de servicio por los graves daños causados por las lluvias de final de 2012; una carece de colector de llegada (Villanueva del Rosario), por lo que no depura; 5 se encuentran obsoletas, con dimensiones insuficientes para la población que atienden; 11 tienen muy mal o mal funcionamiento; otras 5 presentan carencias o problemas de diversa índole y 12 precisan mejoras en sus sistemas (Listado detallado en pág. 24 del informe).

En la capital y su área metropolitana sólo se depuran las aguas en Málaga, Torremolinos y Alhaurín de la Torre. El resto sigue a la espera de la terminación de la futura EDAR del Norte, aún en fase de redacción, incluida también en las 47 obras de interés de la Junta. Sin embargo, la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente sigue sin dar fecha para su terminación agarrándose a la deficitaria situación económica de las arcas públicas. "Una excusa vacía", para el Colegio de Ingenieros de Caminos, que sigue preguntándose dónde están los millones recaudados para costear estas infraestructuras, totalmente paralizadas y reprogramadas en Andalucía.

Hay que destacar en la provincia los casos de Alhaurín el Grande (22.785 habitantes), Coín (21.484 habiantes) y Cártama (20.436 habitantes) que, pese a su elevada población, carecen de EDAR y vierten sus aguas sin depurar y la de sus núcleos a los cauces del río Guadalhorce y de su afluente, el río Fahala.

En la Costa, la gran asignatura pendiente es Nerja, único municipio de más de 20.000 habitantes en todo el litoral malagueño que carece de EDAR y vierte directamente al mar. En 2012 se adjudicó esta infraestructura por 24 millones y un plazo de 24 meses, pero no se vislumbra su comienzo inminente, pues la consignación presupuestaria no está garantizada en 2013 y difícilmente podrá estar ejecutada en 2015. A ellos hay que sumar una larga lista de otros municipios menores que actualmente no depuran sus aguas y vierten a sus ecosistemas cercanos de especial interés ecológico, como el Valle del Genal (declarado LIC) y el Valle del Guadalhorce, así como los Parques Naturales de la Sierra de las Nieves, de la Serranía de Ronda y de Los Montes de Málaga, contaminando estos ecosistemas.

El informe considera urgente atajar la situación en el Interior de la provincia, donde la mitad de su población, más de 100.000 habitantes -lo que equivaldría a toda la ciudad de Cáceres-, vierte sus aguas sin depurar a las cuencas de los ríos Guadalhorce y Guadalmedina. Asimismo, califica de alarmante la "grave degradación" que está sufriendo la calidad de las aguas en el Valle del Genal y el del Guadiaro por la nula depuración en sus núcleos de población. Se estima que la intervención y ejecución de las infraestructuras necesarias en esta zona costarían unos 14 millones de euros, la mitad de los casi 30 que ya ha recaudado la Administración andaluza, pese a lo cual no hay un sólo proyecto puesto en marcha.

Aunque la población del Interior no represente más que la cuarta parte de la costera, no se debe obviar que sus aguas sin depurar vierten a los cauces que desembocan en el litoral Mediterráneo, "contaminando sus playas", según alerta el estudio. A esto hay que añadir que apenas se cubren los niveles de depuración en la Costa en época estival, cuando la población estacional triplica a la censada, y que perduran pequeños vertidos irregulares de innumerables urbanizaciones diseminadas que no están conectadas a la red general. Otro grave problema en esta zona es la falta de capacidad y deficiente estado del colector general que recorre los términos de Marbella y Estepona, claramente insuficiente para absorber los vertidos que se producen en épocas de mayor afluencia turística.

La nota de prensa remitida por el CICCP remaraca la necesidad de acabar con los vertidos: "Para una provincia cuyo motor es el turismo de sol y playa y cuya imagen es la Costa y su entorno natural, es prioritario la depuración total de las aguas que desembocan en el Mediterráneo. No sólo por cumplir la Directiva Europea, sino por una simple cuestión de supervivencia turística", remarca el comunicado.