La piscina terapéutica del Hospital Civil, cerrada a cal y canto a los pacientes crónicos desde septiembre del año pasado, no será reparada ni volverá a abrir sus puertas «de momento». Con esta ambigüedad temporal concluye el informe que el director médico del complejo hospitalario Carlos Haya, Miguel Ángel Prieto Palomino, ha enviado al Defensor del Pueblo Andaluz, ya que José Chamizo se interesó hace varios meses por las causas que llevaron al cierre de las instalaciones por petición de sus usuarios, alrededor de 60 pacientes crónicos que usan esta terapia por prescripción médica para aliviar el intenso dolor de sus dolencias.

En el documento, firmado el 26 de diciembre pasado, el directivo no sólo enumera los daños estructurales que asegura han llevado al cierre de la piscina para garantizar la seguridad de los pacientes. En la misiva, el hospital considera «inasumible» los más de 300.000 euros en los que un arquitecto ha presupuestado la «intervención integral» necesaria, considera la instalación «impropia de un hospital de agudos» y hasta resta valor terapéutico de una piscina construida a mediados de los ochenta.

Por orden cronológico, la dirección de Carlos Haya señala que, desde el punto de vista estructural, el edificio aledaño al Hospital Civil en el que está la piscina «carece de forjados sanitarios y sólo una losa constituye un edificio». Dicha losa, continúa el informe, «se rompe en la superficie ocupada por la piscina» y en las diversas reparaciones de los últimos 25 años se ha constatado que no existen muros perimetrales de hormigón, sino pavimentos no nivelados y de distinto tipo en cada zona. En el examen realizado por el arquitecto en el edificio, el estudio evidencia una serie de patologías como la fisuración en superficie horizontal, asientos diferenciales en la losa, humedades en muros perimetrales, fisuras en tabiquerías por asientos, obstáculos a la accesibilidad, humedades en carpinterías de madera, fugas y humedades en construcciones y filtraciones en cubiertas, entre otras. «Dado que los daños referidos afectan a la seguridad estructural, de utilización y de incendios según el marco reglamentario que establece el Código Técnico de Edificación, se concluye que el edificio no reúne en la actualidad unos mínimos de seguridad e higiene para su uso sanitario ni cualquier otro», subraya el tercer punto del informe técnico. Una vez que el presupuesto se ha calculado en más de 300.000 euros, el quinto punto deja claro que «tal importe es inasumible en los momentos actuales de dificultad financiera» y recuerda que en esa cifra no están incluidos los gastos de mantenimiento que requiere este tipo de instalaciones.

Sin embargo, las explicaciones que más han sorprendido e indignado a los usuarios de la piscina son las relativas a su poder terapéutico. En los últimos tres puntos de la carta, Miguel Ángel Prieto, en nombre del Servicio Andaluz de Salud y de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, arranca su argumentación con que la instalación de hidroterapia del Hospital Civil ha tenido fundamentalmente un uso asimilable al de la balneoterapia en patología crónica del aparato locomotor» y tilda este servicio de «impropio de un hospital de agudos y no incluido específicamente en la cartera de servicios de este tipo de hospitales». En este punto, el informe toma como argumento de cierre que las sociedades científicas no hacen recomendaciones sobre mejoras en la salud ni en capacidad curativa de la hidroterapia. «Constatan que los efectos obtenidos son similares a los conseguidos con ejercicios terrestres», indica el séptimo punto antes de añadir que de la revisión bibliográfica médica actualizada no se desprende que la hidroterapia sea efectiva en la osteoartritis, la artritis reumatoide, la espondilitis anquilosante, el síndrome de dolor lumbar crónico, la fibromialgia o en úlceras por presión». A modo de conclusión, el informe apunta a otros medios similares como los ejercicios terrestres ya mencionados, fisioterapia y analgesia farmacológica o física para el tratamiento del dolor.

La piscina terapéutica del Hospital Civil de Málaga lleva cerrada desde septiembre de 2012, casi un año después de que también se suspendiera su uso para la reparación de una avería similar a la actual.

@jotrres