El Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía informó ayer de los riesgos para la salud visual que conlleva adquirir lentes de contacto y otros productos sanitarios en establecimientos online. Más de 130.000 malagueños son usuarios de lentillas y, aunque 9 de cada 10 compran sus productos en ópticas autorizadas, existe un 10% que se decanta por hacerlo en portales de internet que no cuentan con el control adecuado. Desde el Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía se recomienda a todos los usuarios de lentes de contacto que adquieran sus productos en ópticas especializadas y homologadas y que acudan a los ópticos-optometristas para obtener una atención y adaptación personalizada y no hacerlo en tiendas que puedan vender las conocidas como lentillas «piratas».

En 2012, el Consejo de Ministros prohibió la venta de cualquier producto sanitario a través de portales de internet, pero a pesar de esta prohibición y de distintas actuaciones que han llevado a cerrar más de un centenar de portales de venta ilegal de productos sanitarios durante el último año, se ha observa un aumento incontrolado de páginas no homologadas que ofrecen un servicio de venta al público que aprovechan los «vacíos legales» existentes en otros países, donde la ley no persigue estas prácticas.

Así, el colegio andaluz ha denunciado que estas páginas web venden productos sanitarios sin una adaptación previa e individualizada por parte de un profesional cualificado. Según Alberto Talero, delegado del COOOA en Málaga, «las personas que compran lentes de contacto por internet no tienen en cuenta el riesgo que conlleva para su salud visual. Generalmente, al realizar su pedido, solo tienen presente la graduación y olvidan otros factores como la película lagrimal, la superficie de la córnea, la demanda de oxígeno, la capacidad de enfoque o la coordinación de la visión binocular».

Sin una adaptación adecuada, el usuario puede sufrir efectos como la aparición de ojos rojos, conjuntivitis, sequedad ocular y falta de oxígeno, que pueden derivar en problemas más graves como infecciones o lesiones oculares. Por ello, es necesario un control estricto, del producto y de la visión.