El Colegio de Abogados de Málaga ha puesto en marcha una nueva actividad formativa denominada 'Laboratorio de sentencias' a través de la cual se analizarán casos como el de los GAL, Intelhorce o Parcemasa a través de las resoluciones y contando con la participación de profesionales que hayan participado en dichos procesos de repercusión no sólo provincial.

Así lo ha explicado este viernes el decano del Colegio de Abogados, Francisco Javier Lara, quien ha apuntado que la idea es tratar procedimientos "no sólo de interés jurídico, sino aquellos que por la trascendencia o enjundia del proceso puedan resultar interesantes para los abogados". Así, ha incidido en que se tratarán, incluso, asuntos que hayan trascendido el ámbito de Málaga.

Lara ha señalado que está "en mente" tratar dentro de este ciclo formativo casos como el de Intelhorce, juzgado en Málaga sobre las irregularidades en la textil malagueña; el de Banesto; el de Parcemasa, sobre irregularidades en incineraciones; o Ballena Blanca, sobre el blanqueo de capitales en la localidad de Marbella, una vez que la sentencia sea firme, ya que quedan recursos por resolver.

"Son casos que todos hemos conocido por los medios de comunicación, pero que no conocemos realmente el fondo del asunto, por lo que es interesante que un abogado que haya intervenido bien como defensa o como acusación puedan explicar de primera mano cómo se desarrolló el proceso, todo lo que lo rodeó y analizar la sentencia", ha apuntado.

La primera sesión de esta actividad ha tenido lugar este viernes y el invitado ha sido el abogado malagueño Pedro Apalategui, que defendió a Dolores Vázquez, acusada y condenada por error por la muerte de la joven de Mijas Rocío Wanninkhof, ocurrida en 1999, por la que, posteriormente fue juzgado y condenado el británico Tony King.

Apalategui ha destacado especialmente en su intervención "cómo puede llegarse a quebrantar las bases fundamentales del proceso justo a través de un juicio agresivo paralelo", aludiendo en concreto al seguimiento del caso Wanninkhof en determinados programas de televisión, en los que hubo "mesas redondas con expertos entre comillas que no sabían de qué hablaban pero opinaban sobre la culpabilidad".

Ha sostenido que el único asunto que ha visto "de una desviación no de información, sino de expresión", fue el de Dolores Vázquez, incidiendo en que algunos programas "montaron un guión absolutamente ridículo"; mientras que su experiencia como defensor de José María del Nido en el caso 'Minutas', también muy seguido por los medios de comunicación, fue distinto, ya que en esta ocasión "se hizo información".

Para el letrado, el cuarto poder, los medios de comunicación, "es un poder existen, necesario, pero necesita una homologación, una regulación como el resto de los poderes", indicando que esto sí ocurre ya en países europeos como Francia. Asimismo, se ha mostrado a favor de limitar por la vía judicial determinados programas "sobre pronunciamiento de culpabilidad o inocencia".

"No es un problema de información, es un problema de opinión o expresión", ha incidido el letrado, quien se ha mostrado a favor de que los juicios sean públicos, como garantía "esencial"; pero también de la necesidad de una regulación del derecho de expresión "cuando puede afectar a las garantías del propio proceso" y puede producir "contaminación".

Ha apuntado que los medios de comunicación "son los intermediarios entre el hecho noticiable y la información pública" y que "si eso se maneja con transparencia y objetividad, no hay ningún problema, pero como eso se pueda manejar con tendenciosidad ese hecho noticiable puede pasar a la opinión pública con las variaciones o implicaciones que cada uno pueda entender".