Ayer tampoco hubo fumata blanca en lo relativo al metro. Ni acuerdo sobre la propuesta de que el Ayuntamiento de Málaga forme parte de la sociedad concesionaria del metro ni sobre la financiación, ni avances sobre el trazado para el tramo Guadalmedina-La Malagueta. La Consejería de Fomento y Vivienda insiste en que en superficie es «la solución óptima» y el Consistorio en que ha de ir soterrado.

Es el resultado de la primera reunión de la comisión mixta de seguimiento del metro celebrada tras la cita de hace una semana entre Griñán y De la Torre. Pese a que todos ellos mostraron diálogo no ha habido pasos hacia adelante ni, por supuesto, acuerdo.

El viceconsejero de Fomento y Vivienda, José Antonio García Cebrián, señaló ayer que la solución en superficie es la solución «óptima» para que el metro entre en funcionamiento según los compromisos de la concesionaria. Como la otra solución -soterrada- supone diferirse a 2019 y 2020, entendemos que no es la óptima para la ciudad»,. De hecho, apuntó: «sería una solución muy perjudicial para las arcas públicas, tanto las de la Junta como las municipales», dijo. Por este motivo, recordó al Ayuntamiento que la solución ha de ser fruto de la responsabilidad y, por tanto, el único escenario para que la Consejería de Fomento renunciara a la solución en superficie pasaría por que De la Torre aceptara por escrito las consecuencias jurídicas y económicas de esa decisión y asumiera, por tanto, las reclamaciones que puedan venir de la concesionaria.

Y es que el otro escenario, que ya puso sobre la mesa hace un mes la propia consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cortés, era que la concesionaria renunciara por escrito a pedir indemnizaciones por el posible retraso que conllevaría la opción bajo tierra.

Por parte del Ayuntamiento, el concejal de Movilidad, Raúl López, manifestó que la resolución aprobada por Metro Málaga en su reciente consejo de administración iba en la línea de lo que De la Torre habló con cada uno de los socios privados, es decir, que estarían dispuestos a no pedir indemnizaciones a cambio de una ampliación del plazo de la concesión. Sin embargo, el viceconsejero opinó que es un pronunciamiento «aséptico desde el punto de vista mercantil y lo predecible y lo correcto». Según García Cebrián, los socios privados «insisten» en que el metro tiene que llegar a La Malagueta en los términos que tienen firmado contractualmente y serán respetuosos con cualquier solución que se plantee desde la Administración pública, pero no pueden renunciar a ningún tipo de compensación.

En este punto, el concejal de Movilidad dijo que el Ayuntamiento estaría «encantado» de organizar una reunión entre la Junta y los socios privados para «llegar a un acuerdo». «No nos importa ser quienes intermedien entre dos entidades que tienen firmado un contrato y entre las que no parece que haya diálogo», dijo.

No obstante, García Cebrián sí mostró cierto optimismo y aseguró que «nos consta que el Ayuntamiento está analizando la propuesta en superficie, algo que nos congratula». De hecho, ofreció a los representantes municipales abordar la alternativa a ras de suelo en una sesión monográfica.

Una propuesta ante la que el concejal de Movilidad solicitó que también se aborde el metro soterrado, estableciendo un calendario para su llegada hasta la plaza de la Marina, algo a lo que «el viceconsejero se ha negado». «Parece que los mandatos de Griñán no han sido recogidos por la Consejería de Fomento», dijo.

En general, la opinión de García Cebrián no coincide en absoluto con la del edil del PP, quien, además de lamentar que tras esta reunión no hubiera ninguna buena noticia, reiteró que «el Ayuntamiento apuesta por el metro soterrado hasta La Malagueta y, ante la situación económica, al menos ahora hasta la plaza de la Marina».

Además, García Cebrián señaló no haberse sentido desautorizado tras la reunión entre Griñán y De la Torre. «El presidente de la Junta no hizo más que abundar en la absoluta disponibilidad de diálogo de la Junta con el Ayuntamiento», declaró.

Consorcio

Otro de los aspectos tratados en la comisión de seguimiento fue que el Ayuntamiento forme parte de Metro Málaga. «Entendemos que puede y debe incorporarse para tener interlocución directa con las empresas que integran la concesionaria y con la Junta; sería el foro adecuado», dijo García Cebrián. Por ello, se le ofreció venderle parte del 23% de las acciones que la Agencia de Obra Pública tiene en esta sociedad.

La respuesta municipal, sin embargo, fue negativa, puesto que «esa participación debería haber sido hace 10 años cuando el alcalde se lo pidió a la consejera y ésta se lo negó», dijo López. «Es una oferta tardía, que no obedece a lo hablado en 2003», añadió.

Los participantes abordaron de nuevo las obligaciones financieras del Ayuntamiento, según la Junta: 32,3 millones de euros por las obras de construcción hasta diciembre de 2012, que podrían ser compensados con actuaciones de movilidad sostenible, tal y como recordó García Cebrián, al igual que se hizo en Sevilla; 31,31 millones por el rescate de tramos de obra, y seis por reposición de infraestructuras.