El delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, mantuvo ayer un encuentro con los trabajadores de Isofotón, a los que transmitió el apoyo del Ejecutivo regional reclamando a la empresa que estudie medidas alternativas que no conlleven una reducción de la plantilla. La empresa ha empezado a comunicar a los trabajadores los 355 despidos que incluye el ERE, tras presentarlo el jueves ante la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía.

Ruiz Espejo se reunió con el presidente del comité de empresa y con cuatro trabajadores en la sede de la Delegación del Gobierno andaluz, situada en la Alameda Principal, tras la manifestación que la plantilla realizó por el centro de la ciudad.

A la espera de que la empresa presente el próximo martes el concurso voluntario de acreedores, el delegado del Gobierno aseguró que la Junta será exigente en el cumplimiento del ERE presentado, «como ya lo fue con el anterior», e insistió en que su posición, ya transmitida a la dirección de Isofotón, «es que se negocie con los trabajadores un expediente que, por las circunstancias económicas, pudiera acordarse mediante reducción de jornadas y otras medidas que no afectasen a la pérdida de empleo». Ruiz Espejo recordó la voluntad de la Junta de renovar los avales concedidos a Isofotón para permitir la viabilidad de la empresa y el mantenimiento del máximo número de empleos. Al mismo tiempo, indicó que las medidas adoptadas por el Gobierno central en materia de energía renovables, con la supresión de primas a las mismas, «han paralizado numerosos proyectos en la provincia y complicado el escenario de las empresas que fabrican estos componentes, entre ellas Isofotón».

Más de 300 trabajadores de la compañía protagonizaron ayer una marcha desde la plaza de la Constitución hasta la Delegación de la Junta en Málaga, como protesta por el ERE y por el anuncio de un concurso voluntario de acreedores por parte de Isofotón. Algunos trabajadores que ya han recibido la carta de despido, con una indemnización de 20 días por año trabajado no pudieron reprimir las lágrimas.