Málaga se ha convertido en la capital del cine español. Después de organizar durante dieciséis años consecutivos un festival dedicado única y exclusivamente al cine español (sin contar el de 1953) se ha hecho merecedora de tal título. No hay ninguna otra ciudad española que haya dedicado tantos desvelos y entrega a la causa del cine patrio. Aunque los centros de producción de películas desde el invento del cinematógrafo se establecieron en Madrid y Barcelona, la ciudad que vela por la supervivencia y difusión de nuestro cine montando cada año un certamen es Málaga. El cine español está en deuda con Málaga y muchos productores, directores, guionistas, actores, actrices y técnicos lo saben porque en su continuada presencia en cada edición del Festival de Málaga han vivido, creo que con satisfacción, bellas jornadas de admiración, entrega, popularidad... que el pueblo de Málaga les ha dedicado, aparte las atenciones dispensadas por el Ayuntamiento de la ciudad a través del órgano responsable, en este caso, Festival de Málaga.

No siempre, todo hay que decirlo, los asistentes han estado a la altura de las circunstancias, porque el paso por la alfombra roja y la asistencia a las sesiones en un lugar tan señorial como el Teatro Cervantes merecía un atavío en consonancia con el marco donde se desarrollan los actos. No es de recibo acudir a determinados actos en mangas de camisa, descorbatados, pantalones vaqueros y gorrilla de aparcacoches. Málaga y los malagueños merecen más.

Distribución

En las muchas intervenciones de los participantes de la última edición se ha dejado sentir la preocupación del cine español ante la falta de empresas distribuidoras interesadas en llevar las películas a los cines para que el público las vea y aplauda o rechace, películas rodadas siempre con la esperanza de ser bien recibidas y cumplan la finalidad deseada, como emocionar, hacer reír, trasmitir miedo o terror, hacer llegar mensajes de optimismo o crítica, entretener, dar a conocer páginas y personajes de la historia de nuestro país, costumbres, denunciar injusticias y todo un inacabable abanico de posibilidades porque cada autor persigue un fin, hasta el más común si se quiere: ganar dinero sin más mensaje.

¿Por qué el mundo de la distribución está de espaldas o casi de espaldas a lo que es y representa el cine español?

Es una pregunta que se hacen muchos... y no hay respuesta satisfactoria. Sabemos que el mundo de la distribución está en manos de multinacionales y que las multinacionales están en manos de intereses de empresas norteamericanas. Los cines, salvo casos excepcionales, se nutren de películas made in Hollywood, y no siempre son las mejores porque llevamos años viendo las mismas escenas de persecuciones en coches que saltan por el aire, explosiones, rotura de cristales, ametrallamiento, esquizofrénicos, violadores, secuestradores, criminales en serie, juezas de color, policías ingenuos que son superados por jovencitas que con dos visitas a una biblioteca se convierten en abogadas capaces de demostrar que los policías son tontos y ellas muy guapas y listísimas...y vuelta a empezar.

Antes

Ignoro cuántas películas se ruedan ahora en España cada año y cuántas se estrenan en Málaga. El porcentaje quizá sea pobre, preocupante, desolador... Tengo datos, empero, de la situación de años atrás, en la época en que el autor de este trabajo estaba en activo y ejercía la crítica cinematográfica en Radio Nacional de España en Málaga.

No se trata de un trabajo exhaustivo pero sí revelador. Voy a reseñar varios años señalando el número de películas estrenadas en Málaga, número de películas españolas y número de películas que se rodaron en España ese año. Puede servir de guía y las conclusiones se las dejó a los que hayan continuado la lectura hasta aquí.

En 1945 se estrenaron en Málaga 205 películas, de las cuales 24 eran españolas. Ese mismo año se rodaron en España 32 cintas.

1946: películas estrenadas, 226; españolas, 33; películas producidas en España, 38.

1947: películas estrenadas, 261; españolas, 22; producción española en ese año, 49.

1948: películas estrenadas, 250; españolas, 25; producción española, 45.

1949: películas estrenadas, 197; españolas, 38; producción española, 38.

1950: películas estrenadas, 233; españolas, 41; producción española, 49.

1951: películas estrenadas, 185; españolas 51; producción española, 41.

1952: películas estrenadas, 163; españolas, 27; producción española, 41.

1953: películas estrenadas, 194; españolas, 28; producción española, 43.

En algunos años se observa que el número de estreno de películas españolas supera a la producción de ese año. No hay error alguno, porque forzosamente no tienen por qué coincidir el número de estrenos con el número de películas producidas el mismo año. Para tener una idea aproximada de películas españolas rodadas en los años de referencia y estrenadas en Málaga, el balance es el siguiente: se filmaron 376 películas en España y en Málaga se estrenaron solamente 289. Quedaron inéditas 87. En ese mismo periodo se estrenaron en nuestra capital 1914 películas. El cine español ocupó el 15 por ciento del total de las películas estrenadas.

Podría seguir con la estadística hasta el año 1988, año en que dejé de ejercer la crítica cinematográfica. Creo que basta con el ejemplo elegido. Queda claro que el porcentaje del cine español en relación con el resto (cines norteamericano, inglés, francés, alemán, mejicano, italiano...) es aceptable.

Hoy, en 2013, repito, ignoro esos porcentajes, pero mucho me temo que serán peores.

¿Mal negocio?

Las personas ajenas al mundo del cine no entenderán el hecho de que sigan haciendo películas si después muchas se quedan sin estrenar. Un negocio ruinoso, pensarán. No es tan ruinoso como parece a primera vista. El cine español, como otras cinematografías europeas, goza de ayudas, subvenciones y ciertas ventajas que permiten amortizar el gasto e incluso ganar dinero; aparte de que en muchos países está prohibido el doblaje lo que da a la producción propia una gran ventaja, ventaja que aumenta en lugares donde apenas se habla otro idioma que no sea el suyo.

Desde el año 1939 hasta la fecha el cine español ha gozado de ayudas públicas, lo que ha permitido que durante más de setenta años la industria siga adelante con no pocos esfuerzos por parte de algunos productores y autores...mientras otros, apoyándose en esas ayudas, han ganado dinero sin necesidad de estrenar el producto porque el coste de producción fue inferior a la subvención concedida.

Como apunte final, ¿no es hora de que la industria distribuidora acuda al Festival de Málaga para conocer el cine español y establecer contactos que faciliten la contratación de películas para su exhibición en los cines españoles?

Repetimos el titular de este reportaje: Málaga es la capital del cine español, y en este año se han dado cita casi un millar de periodistas para informar de su desarrollo. El Festival va a más, pero parte del sector -la distribución y exhibición- no está por la labor... aunque muchas películas españolas, por desgracia, no están a la altura deseada.

*Guillermo Jiménez Smerdou es exredactor de Radio Nacional de España en Málaga, premio Ondas y crítico cinematográfico