El secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, ha asegurado hoy que uno de los "principios básicos" de la nueva Ley de Costas es "proteger el litoral, especialmente las partes menos transformadas", por lo que "no se podrá poner un ladrillo más donde antes no se podía".

"Después de veinticinco años de vigencia de la ley de 1988 sabemos qué ha funcionado y qué no ha funcionado, tenemos experiencia sobrada para saberlo y hemos corregido y ajustado lo que no había funcionado", ha afirmado en rueda de prensa Ramos.

Además de proteger el medio ambiente, la nueva normativa pretende "dar seguridad jurídica a todos aquellos que se relacionan con el litoral" y acabar "con el desorden que ha generado en muchos puntos la ley de 1988".

En el caso de la provincia de Málaga, la Ley de Costas "tendrá relevancia en muchos puntos", como "los barrios que salen del dominio público y necesitaban una respuesta pública, como El Palo y Pedregalejo" o "los chiringuitos y hoteles que están en el dominio público y necesitan un marco estable para fomentar su actividad y buscar su alianza en el cuidado del medio ambiente".

"Siempre hemos dicho que un chiringuito o un hotel que quiere hacer las cosas bien es un gran aliado para la conservación del entorno", ha resaltado el secretario de Estado, que ha añadido que "el desorden no beneficia a nadie ni protege el medio ambiente".