­Tener un certificado en eficiencia energética es indispensable desde el 1 de junio para alquilar o vender una casa. Se trata de un trámite que costará de media unos 250 euros por vivienda y mediante el que se evalúa lo eficiente que es el piso o local comercial en materia energética en una escala que va de la A (más favorable) a la G (desfavorable). La entrada en vigor de esta norma ha disparado durante los últimos meses el trabajo de los técnicos autorizados para certificar.De hecho, han aflorado muchas empresas dedicadas a este emergente mercado. En las siguientes líneas se exponen las peculiaridades de la certificación energética.

1. ¿Para qué es obligatoria la certificación?

Están obligados a tener esta calificación energética los edificios, las viviendas o los locales comerciales que vayan a ser vendidos o alquilados.También se exige a los edificios de nueva construcción. La etiqueta de eficiencia energética también debe figurar en toda oferta,promoción y publicidad dirigida a la venta o el alquiler de la vivienda o del local. Sólo quedarán excluidos de tener que certificarse los edificios industriales y los locales que tengan menos de 50 metros cuadrados o que se vayan a alquilar por un período inferior a cuatro meses, explican los ingenieros. Hasta el 1 de junio, la certificación energética tan sólo era exigible en edificios de nueva construcción.

2. ¿Quién puede realizar la certificación?

Los ingenieros industriales pueden realizar estos certificados, además de arquitectos, aparejadores, ingenieros técnicos industriales y otros técnicos con titulación de Formación Profesional. Los certificados tendrán una validez de diez años. Luego habrán de renovarse.

3. ¿Cómo se califica la eficiencia?

Los técnicos evaluarán la eficiencia energética de una vivienda en una escala desde la A (favorable) a la G (desfavorable). Un buen informe del certificado permitirá detectar dónde se producen gastos innecesarios de energía, y propondrá métodos para conseguir atajarlos y mejorar. El sistema es similar al que se usa en los electrodromésticos. Adoptando las medidas propuestas, el ahorro puede llegar al 31% en la factura energética.

4. ¿Cuánto costará?

Cada profesional será libre de poner el precio que quiera, aunque la factura rondará los oscila entre los 169 y los 429 euros. La media es de 200 o 250, lo mismo que se cobra en Alemania. El importe variará en función de factores como la complejidad de las instalaciones o la superficie.

5. ¿Habrá sanciones?

El hecho de no disponer de un certificado puede suponer una multa de hasta 6.000 euros. Esta etiqueta debe incorporarse a toda oferta, promoción y publicidad dirigida a la venta o al alquiler. Se podría sancionar a los propietarios de la vivienda o a las inmobiliarias.

6. ¿Cómo influye al comprar o alquilar un piso?

La eficiencia energética, según algunos portales, es uno de los valores que menos se tienen en cuenta a la hora de comprar una casa Se mira más, por ejemplo, el aislamiento contra el frío y el ruido. Hay quien critica que el certificado sólo recoge recomendaciones para hacer que la vivienda emita menos CO2, pero no medidas orientadas a que los propietarios puedan conseguir un ahorro real. La OCU criticó recientemente que las autoridades impongan a los particulares la obligación de obtener el certificado. Según esta organización, esta etiqueta «es una nueva carga» para los ciudadanos y una «excusa para sacar dinero».