El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Málaga ha declarado a Isofotón en concurso voluntario de acreedores, tras solicitarlo la propia empresa, quien, no obstante, no ha pedido abrir la fase de liquidación. Asimismo, el juzgado acordó la tramitación como procedimiento ordinario, por tener «especial complejidad», atendiendo al volumen de pasivo y al número de acreedores. La empresa de placas solares presentó el pasado 4 de junio la documentación para iniciar el procedimiento de concurso voluntario de acreedores. La empresa estaba en preconcurso desde febrero.

La jueza señala en su resolución, a la que tuvo acceso Europa Press, que dicho juzgado es competente para conocer el asunto y que la solicitud cumple las condiciones requeridas, ya que se ha presentado la documentación necesaria, según la legislación, de donde se desprende «el estado de insolvencia que manifiesta el solicitante».

La propia Isofotón confirmó ayer en un comunicado este hecho destacando que, por un lado, el auto especifica «que no se ha solicitado en ningún caso la apertura de la fase de liquidación de la compañía» y, por otro, que la actual administración de la compañía «conserva las facultades de gestión del negocio, bajo la supervisión del administrador concursal».

El montante total del pasivo de Isofotón incluido en la documentación asciende a 184 millones de euros. La compañía reiteró que está trabajando en un nuevo plan alternativo para reforzar el capital «ya sea a través de nuevos inversores o a través de acreedores que apoyen la estrategia de la firma por medio de un canje de la deuda por acciones en la sociedad».

Así, la titular del Juzgado de lo Mercantil número 2 determina que el concurso se tramite como procedimiento ordinario, al entender que «sí reviste especial complejidad, dado que el número de acreedores supera los 50» y que Isofotón es «sociedad dominante de un amplio grupo de empresas», además de que la estimación inicial del activo y pasivo supera lo que señala la legislación al respecto.

Además, califica el concurso de voluntario, lo que le permite conservar las facultades de administración y disposición de su patrimonio, «sometido en su ejercicio a la intervención de los administradores del concurso». Atendiendo a las necesidades específicas, se nombra a una sociedad, que deberá aceptar, como administración concursal.

Asimismo, se acuerda contar como auxiliar delegado con otra empresa, que deberá apoyar a la administración concursal en la parte económica y en las repercusiones transfronterizas, ya que Isofotón es dominante respecto de otras, gran parte de ellas domiciliadas en otros países, además de que existen «litigios fuera de nuestras fronteras».

En el auto se da dos meses para emitir informe por la administración concursal y se acuerda informar a los acreedores para que pongan en conocimiento de dicha administración la existencia de sus créditos en el plazo de un mes.