Izquierda Unida no se olvida de los pacientes de la piscina terapéutica del Hospital Civil, cerrada desde septiembre del año pasado por los daños estructurales que sufre y cuya reparación ha sido valorada en más 300.000 euros, una cifra «inasumibe» en palabras de la propia Junta de Andalucía. Pese a que la administración andaluza incluso restó valor terapéutico en un informe que adelantó La Opinión de Málaga a mediados del pasado mes de mayoLa Opinión de Málaga, los responsables de IU trabajan por buscar una alternativa a los cerca de 60 pacientes crónicos que llevan toda la temporada sin el remedio que consideran más afectivo para aliviar sus fuertes dolores y que reciben por prescripción médica. Así lo reconoce la parlamentaria andaluza Lola Quintana, quien, sin renunciar a que en un futuro la reparación de las instalaciones se contemplen en los presupuestos, asegura que mientras eso llega su coalición busca un equipamiento que cumpla con los requisitos para que los pacientes reciban sus terapias. «No es fácil por las características que requiere este tipo de instalaciones, pero tenemos varios frentes abiertos para que los pacientes puedan seguir con sus tratamientos mientras llega una solución definitiva», explica Quintana.

Entre las opciones que manejan, la parlamentaria malagueña incluye la posibilidad de que la Consejería de Salud concertara temporalmente unas instalaciones y que los propios pacientes aportaran una parte, ya que asegura muchos de ellos están dispuestos a poner dinero de su propio bolsillo. Algunos de los interesados consultados por este periódico lo confirmaron, aunque siempre que se tratara de una medida temporal y de que la cantidad de dinero a aportar no fuese desorbitada. En todo caso, Quintana no adelantó ninguna instalación candidata por estar la fase de estudio en sus primeros pasos.