El consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Antonio Ávila, afirmó ayer en el Parlamento andaluz que no está prevista la renovación del aval a la empresa malagueña Isofotón, al tiempo que aseguró que exigirá que se cumpla «cualquier apoyo condicionado» que haya recibido esta empresa u otras.

En respuesta a una pregunta en el pleno del Parlamento andaluz, Ávila afirmó que su departamento lleva a cabo los controles necesarios para las ayudas y la financiación que reciben las empresas por parte de la Administración andaluza.

«Isofotón es una iniciativa privada, la Junta no es la dueña», señaló el titular andaluz de Economía, quien apuntó que la firma ha recibido dos avales y un préstamo reembolsable por valor de 8,4 millones de euros. Tras detallar los diferentes pasos dados por la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA), con «múltiples» reuniones, recordó que la empresa ha presentado un expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a 354 trabajadores y que se encuentra además en concurso de acreedores, con una deuda reconocida de 184 millones de euros.

Después de que la empresa trasladara a la Junta su situación «crítica» y el uso de parte del préstamo concedido por IDEA, se le requirió información y se le advirtió de las consecuencias del incumplimiento de las condiciones de los avales, de forma que la Junta exigió el reintegro, según explicó el consejero.

Por último, el consejero advirtió de que la raíz del problema de Isofotón se encuentra en la moratoria decretada por el Gobierno central de las primas a las renovables. «Sus decisiones también afectan a las empresas», aseguró.

Por su parte, la diputada del PP por Málaga, María Esperanza Oña, quiso saber qué tipo de control se está llevando a cabo en los 60 millones en ayudas que ha recibido Isofotón para, finalmente, despedir a 354 trabajadores.

«Las ayudas no han servido para salvar el empleo y ¿no le preocupa que los 60 millones se hayan gastado en otra cosa, como en fábricas en Estados Unidos y Ecuador mientras se despide en Málaga?», indicó. De igual manera, mostró su preocupación por un posible «acoso sindical» a la central CSI-F, quien acusa a Isofotón de «malversación» de ayudas públicas. Oña llamó la atención sobre el hecho de que la fábrica de Málaga se está «desmantelando, se está vendiendo maquinaria a los chatarreros».

El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Málaga declaró el pasado lunes a Isofotón en concurso voluntario de acreedores, tras solicitarlo la propia empresa, quien, no obstante, no ha pedido abrir la fase de liquidación. Asimismo, el juzgado acordó la tramitación como procedimiento ordinario, por tener «especial complejidad», atendiendo al volumen de pasivo y al número de acreedores. La empresa de placas solares presentó el 4 de junio la documentación para iniciar el procedimiento de concurso voluntario de acreedores. La empresa estaba en preconcurso desde febrero.